Noti- Deporte: ¡No te agotes! Estrategias para prevenir el sobreentrenamiento

“¡Cómo me cuesta dormirme!”

”Tengo dolores musculares y el corazón acelerado!”

«¡No sé qué me pasa! No me apetece entrenar, ni estoy motivado para trabajar duro. Lo único que quiero es descansar».

¿Cuántas veces te han venido esas ideas a la cabeza? Porque son las ideas de un deportista que se acerca peligrosamente a la fase de sobreentrenamiento.

En el momento en que empiezas a sentir el cansancio y todo lo que haces te parece demasiado, estás comprometiendo tu rendimiento.

Como ya apuntamos en nuestro artículo Reconocer los signos del entrenamiento excesivo hay varios factores que conducen a la aparición de los síntomas:

  • Mala planificación que incrementa desproporcionadamente el volumen y la intensidad del trabajo.
  • Tiempo de recuperación insuficiente, en parte o del todo desproporcionada al esfuerzo.
  • Problemas personales. La ansiedad causada por otras situaciones que provocan tensión física o mental al deportista.
  • Objetivos imposibles de alcanzar.
  • Presión debida a circunstancias particulares que produce inseguridad, impide la realización de los objetivos y erosiona la autoestima y la confianza.
  • Nutrición o hidratación insuficientes que impiden recuperarse como es debido.

En este artículo te vamos a dar algunos consejos prácticos que te ayudarán a alcanzar tus metas a la vez que evitas la aparición de los síntomas de sobreentrenamiento.

1. Adapta tu entrenamiento a tu situación personal.

No trates de exigirte demasiado en términos de volumen o intensidad de trabajo. No todos somos iguales; cada uno tiene su límite y responde de manera diferente a los estímulos. Debes entender cuáles son tus límites y planificar tu esfuerzo en base a tus necesidades, Esa tendría que ser tu prioridad.

2. Aprende a escuchar a tu cuerpo y dale el descanso que necesite.

Piensa en todas las obligaciones con las que te enfrentas a diario. Estudios, trabajo, familia. A veces no queda tiempo suficiente para descansar. Escucha al cuerpo: necesita un margen de recuperación. Detente y pon atención a la señales que te envía. Al final te darás cuenta de que el trabajo duro sin el imprescindible descanso no sólo perjudica tu rendimiento sino que te puede causar problemas de salud.

3. ¡Para cuando lo necesites!

Cuanto notes que el cuerpo no funciona como debe y te envía señales de alerta – como estrés, fatiga excesiva o desvanecimientos, para inmediatamente. Es lo mejor que puedes hacer. A veces bastará con reducir el ritmo o descansar un día o dos. Otras, sin embargo, una pausa inmediata e indefinida es la mejor solución.

4. Cuida la alimentación.

Seguir la dieta adecuada procura a tu cuerpo los nutrientes necesarios. Para obtener tus mejores resultados te hace falta una dieta bien diseñada. También es importante mantenerte hidratado, así que acuérdate de beber durante los entrenamientos. La correcta hidratación es una fuente imprescindible de minerales.

Por último, recuerda monitorizar tu ritmo cardiaco durante el esfuerzo y en descanso, respetar el tiempo de recuperación y comer sano. Todo servirá para prevenir la aparición de los síntomas que hemos descrito más arriba.

Si en tu caso estos consejos no resultan eficaces, la mejor solución es el descanso y buscar ayuda profesional.

—————

¡Inspírate con nuestra colección!

Ver fuente