Batea como Pete Rose un cubanito evasor


“El humor es el espejo donde se refleja lo estúpido del ser humano”… Miguel Gila.

Cité el nombre de César Prieto, en conversación con un amigo a quien le encanta hablar de política, y en seguida expresó:

“Ah sí. A ese muchacho el gobierno de Cuba le había regalado una casa, pero cuando firmó para jugar beisbol aquí, en Estados Unidos, los mismos gobernantes cubanos se la quitaron.

En cambio ayer, reunidos con unos scouts durante el desayuno en “El Camarón Borracho” de Miami Beach, nombré a Prieto, y lo qué oí entonces:

“He seguido a ese muchacho para muchos juegos, le he visto unos cien turnos y puedo asegurar que en mi carrera de scout, ya de 12 años, jamás ví a un bateador con tales habilidades para hacer contacto”.

Otro dijo: “Como saben, jugué al lado de Pete Rose por años. Pensaba que nadie sería capaz de tener tanta facilidad para chocar la bola. Pero lo de este muchacho es muy semejante a lo de Rose”.

César era segunda base de la Selección Cubana, notable por su bate en extremo hiteador. Por eso, el gobierno de Cuba le obsequió una casa en Cienfuegos, de donde él es nativo. Pero, cuando en enero del año pasado, los Orioles le dieron por su firma, 650 mil dólares, tras haber emigrado de la selección, los mismos que le obsequiaron el inmueble, lo declararon “recuperado” y echaron a la calle a los parientes de Prieto.

Por supuesto, si se habla de economía, en vez de política, César Prieto hizo un buen negocio, porque el bono fue superior a lo que vale la casa y porque las perspectivas suyas son la de una vida de multimillonario, según los incogibles que conecta.

En su país dejó el record de 45 juegos consecutivos conectando hits. Además, en los Panamericanos de Lima, en 2019, bateó mejor que todos, con promedio de 438.

Prieto cumplirá 24 años dentro de unos días, el 10 de mayo, es fildeador derecho y bateador zurdo. Sus números lo presentan como el mejor bateador cubano en la historia.
Abandonó el equipo nacional de su país en Miami, cuando se preparaban para los Juegos Olímpicos de 2020.

César, llamado en Cuba, “El Emperador del Hit”, juega Doble A, en Richmond, en su segundo año de profesional, lleva nueve juegos con dos o más hits y batea para 403. Los Orioles no han decidido, si lo prepararán como segunda base o para jugar de shortstop.

Y dicen: “Prieto es una joya que necesita cuido y pulimento”. Lo invitarán a los entrenamientos del equipo grande en 2024, a ver si se queda arriba.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.



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