Arráez asombra con promedio de .437


El sexo sin amor es una mala experiencia, pero es la mejor de todas las experiencias malas”…. Woody Allen.

Los bateadores de 400 puntos no existen en Grandes Ligas desde Ted Williams en 1941, ¡hace 82 años!, Aquella vez él, con los Medias Roja, bateó para 406, ¿cierto?, 185 incogibles en 456 turnos, 37 jonrones, 120 impulsadas.

Pues, la historia de hoy día no es Ted Williams con el equipo de Boston y nativo de San Diego, sino Luis Arráez, de San Felipe, con los Marlins, quien hoy, tras más de un mes de temporada, amaneció bateando para .437, 45 hits en 103 turnos.

Con razón Matt Martingale publicó ayer: “El segunda base de los Marlins tiene un histórico comienzo como líder bate de la campaña”.

Y, ya que es natural, entonces llueven las comparaciones, como la que el mismo Martingale hace de Luis con Barry Bonds, quien había sido el último de batear sobre 400 después de un mes de calendario de juegos.

Por cierto, la Liga Nacional, en conjunto batea ahora para 246.

Un scout, no de los Marlins, me dijo ayer acerca de Arráez:

“Lo he visto muchas veces batear, pero ignoro si tiene dominio de la zona de strike, porque le hace swings a muchos lanzamientos fuera del home y logra buen contacto, como si fueran strikes por el centro de la zona. Es un chocador natural, por lo que resulta muy difícil de hacerle out. Como ya sabes, fui lanzador, por lo que estoy muy feliz que a estas alturas, no tenga que enfrentarme a él”.

No es solo que Arráez batee para sus 437, sino que el segundo en promedio, Matt Chapman, otro fino bateador, ha conectado para 351.

Luis Arráez siempre ha sido buen bateador en Grandes Ligas. En sus cinco años, batea para 321 en 417 juegos, mil 512 turnos, 486 incogibles.

Y una sola vez ha terminado bajo los 300, en 2021, cuando conectó para 294; en 2019 fueron 334, en 2020, 321 y el año pasado 316.

Cuando ayer le pedí a Arráez, que me hablara de su bateo y de los lanzadores que enfrenta, respondió:

“Comprendo que mi misión aquí es contribuir para que los Marlins ganen juegos. Por eso, debo batear bien en cada turno, sea el pitcher que sea. En verdad, no me importa quién esté lanzando, porque él tiene que tirarla por el home. Yo me ocupo de poner el bate contra la pelota. Así es como salen los hits”.

Y el mánager, Skip Schumaker:

“Luis se ha convertido en el espectáculo favorito de nuestro dugout. Es muy interesante verlo batear día tras día. Es un bateador natural, nacido para eso”.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.



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