Fuera de lo común – Líder en deportes


Hay seres que lo trascienden todo. Vivos o muertos, cabalgan por encima de formalismos y barreras. Acaba de pasar en el diccionario Michaelis de lengua portuguesa, hablada por 280 millones de habitantes de varios países, al incluir como la más reciente de sus palabras el término “Pelé”.

Respaldada por 125 mil firmas e Impulsada por la fundación “Pelé y SportTV”, el término ha sido admitido no como nombre, sino como adjetivo que equivale, según explica el nuevo vocable “a lo mejor, a lo que se sale de lo común, lo que por su calidad no puede igualarse a nada ni a nadie, como Pelé, considerado el mejor atleta de todos los tiempos; excepcional, único”. Y ponen como ejemplo el común decir en otras actividades: “Esa tenista es muy buena. Es la Pelé del tenis”. O el de un boxeador de pegada fulminante: Ese es el Pelé del ring”…

El anuncio, proclamado en una convención de la Cumbre del Deporte, en Sao Paulo, ha sido como un alto en el camino del deporte. “Antes y después de Pelé”, siempre se ha dicho, y ahora, con el diccionario el mano y con las artes de prestidigitador del ganador de tres mundiales, toma fuerza de ciclón incontrolable la afirmación.

Entonces pensamos que el deporte, pocas veces tomado en cuenta en las cuestiones académicas, podría partir de ahí, del “Pelé” adjetivo, para extenderse como vocablo de admiración y legado, como el del brasileño, a otros deportes en los que un atleta ha sido indiscutido: Michel Jordan, Muhammad Ali, Babe Ruth, Tiger Woods, Michael Schumacher, han sido tipos que saltaron por encima de sus ámbitos para llegar a otros campos de la vida. Bueno, y para decirlo en venezolano, podríamos afirmar que Luis Aparicio y Miguel Cabrera han sido “los Pelé” del beisbol criollo…

Y hablando de reconocimientos, el siempre postergado proyecto del Salón de la Fama del fútbol nacional va fraguando. Desde tiempo inmemorial venimos oyendo hablar de su necesidad, sin que nadie lance la primera piedra a la vidriera de los olvidos y la indiferencia. Ahora, Luis Vidal y Odilio Alonso trabajan para que sea verdad, para que por alguna vez la gente pueda tener grabado en sus rememoraciones aquellos que han hecho posible que el fútbol venezolano exista y continúe.

Los jóvenes de hoy, aficionados y periodistas, no vieron nunca por razones cronológicas a Luis Mendoza, a Freddy Elie, a David Mota, a Richard Páez, por citar solo a cuatro de aquellos días y que abrieron surcos profundos a las canchas nacionales. El fútbol del país no nació con la Vinotinto de hoy; ya existía, y dejaba la vida en cada jugada, en cada partido con ellos como estandartes.

Nos vemos por ahí.



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