Noti- deporte: La adherencia al entrenamiento deportivo y el fútbol: Trucos clave

Muchas veces, sobre todo cuando comienza un nuevo año, nos planteamos una serie de propósitos con nuestra mejor voluntad: mejorar nuestra adherencia al entrenamiento – o simplemente acudir al gimnasio -, dejar de fumar, compaginar deporte y estudios, comer de forma más saludable…). 

En muchos casos, aunque se trata de actividades saludables para nosotros de las que podemos obtener múltiples beneficios, esas buenas intenciones duran menos que nuestra prenda favorita en la tienda al empezar las rebajas.

¿Tan difícil es lograr una buena adherencia al entrenamiento? Aunque, en primer lugar: ¿qué es eso de la adherencia a la actividad física?

Podemos entenderla como el grado de cumplimiento o de compromiso que los deportistas tienen con las tareas que conllevan el entrenamiento. La adherencia incluye una serie de conductas que pueden agruparse en varios apartados:

  • Asistencia y puntualidad (Son elementos esenciales del plan de entrenamiento)
  • Realizar todo lo que esté incluido en el plan (Es decir, que trabajemos cuantitativamente)
  • Esfuerzo físico y mental (trabajo cualitativo para que el entrenamiento pueda ser aprovechado al máximo)
  • Excesos de adherencia (programar sesiones extra o esforzarnos más de lo requerido en cada momento)

Excesos y déficits de adherencia al entrenamiento

Tanto los excesos como los déficits de adherencia van a impedir que nuestro plan de entrenamiento se desarrolle con normalidad.

Los casos en los que se dan excesos, aunque suelen ser menos numerosos, también se producen. Pensemos en esos deportistas que dicen “Yo es que siempre doy el 110%” o en alguien que programa una sesión de entrenamiento en momentos que resultarían poco apropiados, como acabar exhausto el día antes de una competición importante.

En cuanto a los déficits de adherencia al entrenamiento, ¿qué tipos podemos encontrarnos?:

  • No acudir al entrenamiento
  • Acudir, pero llegar tarde (y perdernos por lo tanto parte del trabajo que estaba programado)
  • Acudir, pero no entrenar como se debería o saltarnos ejercicios
  • Trabajar mucho menos de lo que requiere el entrenamiento

¿Se deben a algo concreto las ausencias y los retrasos? Pues si y no. Vamos por partes: 

Se pueden dar con independencia del tipo de sesión o de su contenido, pero también pueden tener relación con tareas concretas (según el volumen de trabajo que haya, el cansancio del deportista, la proximidad de la próxima competición…)

Lo que sucede antes… y después de que suceda: Circunstancias y consecuencias

Siguiendo con lo anterior, las ausencias y los retrasos se pueden producir por causas que tengan vinculación o sean ajenas a la actividad deportiva. Es decir, que pueden existir una serie de circunstancias antecedentes específicas en cuya presencia, será mucho más probable las conductas de falta de adherencia al entrenamiento.

Además, es probable que la falta de adherencia (independientemente de esas circunstancias antecedentes) proporcione a los deportistas una serie de consecuencias gratificantes que, en este caso, tendrían más peso que el perjuicio que supone perderse el entrenamiento. 

Ejemplo: Un deportista está muy cansado y hoy es día de entrenamiento. La consecuencia gratificante inmediata que obtiene si no va es descansar. Además, si se salta el día de entrenar y descansa, sabe que no se perderá el fin de semana la competición, en la que estará igualmente.

¿Y qué sucede con las conductas de adherencia? Puede ocurrir que la adherencia al entrenamiento no proporcione consecuencias que sean lo suficientemente gratificantes. En ese caso, esto dificultaría mucho que esas conductas de adherencia llegaran a consolidarse como un hábito. 

¿Qué podemos hacer para tener una buena adherencia al entrenamiento?

Lo primero de todo, para poder prevenir o solucionar los problemas de falta de adherencia a la actividad deportiva, será identificar bien qué elementos pueden estar influyendo. Contar con toda la información necesaria será un paso clave, ya que gracias a ella se podrá diseñar posteriormente el programa de intervención psicológica que ayude a reducir (o prevenir) esos riesgos.

Un programa de ese tipo, debería abarcar aspectos como:

  • Desarrollo de la motivación básica 
  • Fortalecer la motivación cotidiana
  • Favorecer el control de situaciones estresantes que puede provocar el entrenamiento
  • Fortalecer la autoconfianza
  • Controlar los planteamientos de la actividad y las reglas de funcionamiento
  • Identificar y controlar posibles modelos relevantes que puedan ser imitados

Estrategias para hacer frente a la falta de adherencia al entrenamiento

Lo primero para prevenir la falta de adherencia será desarrollar el interés y la implicación personal en la actividad que se practica. Estrategias que pueden ayudarnos: escuchar y comprender al deportista, ajustar sus expectativas adecuadamente. Establecer objetivos de común acuerdo con la persona, utilizar modelos relevantes que puedan aumentar su interés por la actividad.

El día a día será importante, por eso, estrategias que hagan que el ambiente de trabajo sea agradable, mantener buenas relaciones interpersonales, programar ejercicios desafiantes, con los que aprendamos, divertidos…será importante a la hora de hacer que los deportistas encuentren gratificante acudir a las sesiones.

Además, podremos aumentar la percepción de control y la autoeficacia (lo que ayudará a que aumente nuestra motivación) si el entrenamiento propicia situaciones en las que los deportistas perciban que pueden controlar mediante su propia conducta las demandas que les exige su actividad deportiva.

Más estrategias para reducir el riesgo de falta de adherencia a la actividad deportiva

Ante situaciones estresantes, convendría plantear tareas que supongan un reto pero que los deportistas sean capaces de solucionar. Las exigencias de rendimiento deben ser algo progresivo y, además, será apropiado planificar y respetar adecuadamente los periodos de descanso también.

El entrenamiento en habilidades psicológicas (por ejemplo: autoinstrucciones, técnicas de relajación, detención del pensamiento…) es un aspecto fundamental. Gracias a ello, los deportistas podrán contar con recursos para hacer frente a situaciones que puedan resultarles estresantes. 

A través de ese entrenamiento, podrán autocontrolar mejor ese tipo de situaciones o aliviar el impacto que pueden tener las situaciones estresantes, minimizando el riesgo de las conductas de falta de adherencia al entrenamiento.

Reglas de funcionamiento interno e influencia de modelos relevantes

Es importante que desde el principio de la temporada se remarque la importancia de asistir a los entrenamientos y ser puntual. Debe quedar claro que las faltas y los retrasos tienen que ser excepciones.

En ese sentido, lo más conveniente puede ser establecer normas que contribuyan a la adherencia. Por ejemplo, se puede indicar que si se va a faltar, se le debe comunicar con antelación al entrenador justificar el motivo y establecer un sistema de penalizaciones para las ausencias que no tengan una justificación o no estén permitidas.

En cuanto a la puntualidad, debe tenerse en cuenta que programar los ejercicios más atractivos de un entrenamiento en su parte final y lo más duro al principio, podría suponer un riesgo, propiciando que los deportistas pudieran llegar tarde.

¿Y si hay deportistas influyentes que están funcionando como modelos “negativos”? Lo más conveniente sería negociar con esa persona y hacerle ver la influencia negativa de su conducta. Sería interesante propiciar que pueda tener una mayor responsabilidad hacia el grupo, acentuando la importancia de su colaboración. El objetivo es que pase a ser un modelo que resulte positivo para el resto de compañeros y que pueda ser imitado.

Tan importante como establecer normas, será que la conducta del entrenador sea consistente en relación a las conductas de adherencia y a las de falta de la misma. Si los deportistas son puntuales, cumplen con el plan de trabajo y se esfuerzan, debe reforzar a esas personas dedicándoles la atención adecuada.

Sobre mí

Soy Juan Fernández, Psicólogo y Máster en Psicología del Deporte. ¿Mi objetivo? promover los valores del deporte, ayudar a los deportistas a optimizar su rendimiento deportivo, además de asesorar y formar a través del deporte a los familiares y el entorno de los más jóvenes.

Puedes encontrarme también en instagram (@psico.deportiva.mente)

Referencias

Buceta, J.M. (1998) «Psicología del Entrenamiento Deportivo». Madrid: Dykinson.



Ver fuente