
6 de Agosto de 1973. Cooperstown. Nueva York. El primer pelotero latinoamericano en una carrera en las Grandes Ligas en ser exaltado al Salón de la Fama del Béisbol. Roberto Clemente.
Ocho meses después de su muerte en una avión que llevaba ayuda a los damnificados de un terremoto en Nicaragua, Clemente era uno de los seis exaltados al pabellón de la inmortalidad del deporte de la pelota mayor.
En un día claro y soleado descrito por los presentes con sobre 90 grados la figura de Clemente era honrada para la eternidad por sus 18 temporadas con los Piratas de Pittsburgh. Miembro del club de 3,000 hits. Cuatro veces campeón bate de la Liga Nacional. Cuatro temporadas con sobre 200 hits o más. Bateó de por vida para .317 de promedio con 240 jonrones. Fue Jugador Más Valioso en 1966 de la Liga Nacional. Estableció con su brazo marcas en asistencias como jardinero por cinco años en la Liga Nacional. Jugó en dos series mundiales cuales ambas fue campeón. En tales clásicos de otoño, en 1960 y 1971, conectó de hit en todos los 14 partidos que jugó para .362 de promedio.
El instante de exaltación fue breve. El Comisionado del Béisbol Bowie Kuhn “Palabras no hay correctas para describir la grandeza de Roberto Clemente”.
Esta columna hoy solo nuestro toque en el hoy dorado, 6 de Agosto, 2023 en simple tributo nuestro apunte son las palabras de Doña Vera Zabala viuda de Clemente (QEPD). Un simple minuto de gran poder que no debe ser olvidado.
“This is Roberto’s last triumph. If he were here now, he would dedicate this honor to the people of Puerto Rico, to the people of Pittsburgh and to the people all over the United States. Thank You”.