Noti- Deporte: El arcoiris con más arte: Emilio Arellano, campeón del mundo de ciclismo

El ciclismo artístico es una disciplina semidesconocida en España. Y hasta se podría decir en el resto del mundo, con excepción hecha de Alemania. Los germanos llevaban ganando el campeonato del mundo de forma ininterrumpida desde el año 2004, pero se les ha roto la racha.

Y lo ha hecho un español. Emilio Arellano es el nuevo campeón del mundo del ciclismo artístico, tras conquistar el maillot arcoiris en la ciudad de Bremen. Con 22 años de edad, ha logrado un título que ya había rozado en años anteriores. Llevaba siendo tercero tres años consecutivos.

Noti- Deporte: El arcoiris con más arte: Emilio Arellano, campeón del mundo de ciclismo

Arellano, que desde su irrupción se erigió como una de las grandes promesas del ciclismo artístico, vivió el pasado 27 de octubre el mejor día de su corta trayectoria deportiva gracias a una actuación formidable, desde las clasificatorias, que le ha permitido proclamarse campeón del mundo. Sus ejercicios y acrobacias le han permitido sumar un total de 198,08 puntos y hacerse con la gloria con cierta claridad con respecto a sus dos inmediatos perseguidores.

La segunda posición fue para Philipp-Thies Rapp, que ha concluido con 187,23; mientras que el tercer puesto se lo ha llevado con 187 puntos Lukas Kohl, que había de forma consecutivas las últimas nueve ediciones del Mundial.

Belleza estremecedora

El ciclismo artístico es prácticamente desconocido en España pero popular en Centroeuropa y en países como Alemania, donde existen al menos 10.000 licencias para realizarlo.

Se podría definir como un aparato más de la gimnasia, o una versión del patinaje sobre hielo. Las reglas son muy similares: durante 5 minutos, en solitario o en parejas los participantes hacen un ejercicio con acompañamiento musical, mientras el jurado toma nota. Al acabar, sacan su cartulinas con puntos y deciden el ganador.

Se realiza sobre bicis especiales homologadas por la UCI, y se compite en pistas especiales de 14×11 metros, con una serie de círculos concéntricos en el medio.

Como sus homólogos sobre patines y suelo, es de una belleza estremecedora. Y, como ya reflexionábamos hace cinco años, solo puede haber una cosa más difícil que hacer ciclismo artístico: ser jurado de este deporte. ¿Cómo se hace para no poner un diez a todos los participantes?

 



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