El colombiano Antonio Cervantes, mejor conocido como “Pambelé” ha sido uno de los boxeadores extranjeros más queridos que han realizado campaña en nuestro país. El pasado viernes se cumplieron 50 años cuando el orgullo de Palenque venció por nocaut al argentino Nicolino Locche, en pelea por el título de los welter junior de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), en combate disputado en la Maestranza César Girón de Maracay.
En ese entonces, Pambelé era campeón mundial y el argentino el retador. Era la revancha, pues el 11 de diciembre de 1971, Locche había ganado por decisión al colombiano en el mítico Luna Park de Buenos Aires.
A Locche le decían “El Intocable”, pero ese 17 marzo de 1973, Pambelé lo cortó en el tercer asalto para vencerlo por nocaut en el décimo asalto y retener así la corona mundial. Cervantes atravesaba un momento fenomenal.
Fue la única pelea que escurridizo Locche perdió por nocaut en 18 años de carrera en la que registró 117 victorias, 14 empates y 4 derrotas.
Pambelé, quien ganó 67 peleas, 37 por nocaut, perdió 12 y logró un empate, había conquistado el primer título mundial para Colombia, el 28 de octubre de 1972, al noquear en 10 asaltos a Alfonso ‘Pepermint’ Frazer en Ciudad de Panamá para ganar el cinturón welter junio (140 libras ) de la AMB.
La candente pelea
Pambelé, que expuso por segunda ocasión la corona en la pelea de revancha ante Loche, luego de dos asaltos parejos, al principio del tercer round le conectó al argentino un golpe sobre la ceja izquierda y lo cortó. Tuvieron que parar tres veces el combate para que el doctor revisara a su rival, que pedía: “Por favor no se les ocurra tirar la toalla”. No veía con el ojo izquierdo y Pambelé insistía sobre ese sector. Algo era muy cierto: nadie le había pegado tanto a Locche en las 130 peleas realizadas por el “Maestro”, como era conocido Nicolino.
Al terminar el noveno round Loche fue atendido de manera desesperaba en su esquina en la que estaba el legendario Carlos Monzón para evitar que siguiera perdiendo sangre. Pero el esfuerzo fue en vano porque al sonar la campana para el décimo round, tiraron la toalla para que estallara el delirio en la Maestranza César Girón.
En su carrera, el palenquero defendió con éxito el título mundial de la categoría welter junior en 18 oportunidades; diez de ellas entre 1972 y 1976, incluida la revancha contra Nicolino Locche.
Luego de perder la corona con el boricua Wilfredo Benítez, el 6 de marzo de 1976 en Hiram Bithorn Stadium, de San Juan, Puerto Rico, Pambelé recuperó el cinturón al noquear argentino José María Giménez el 25 de junio 1977, en la Plaza de Toros de Maracaibo. El neogranadino realizó otras ocho defensas hasta que cayó ante Aaron Pryor en 1980. Se retiró el 9 de diciembre de 1983.
Pambelé esta considerado como el mejor welter junior en la historia y uno de los mejores púgiles de América Latina.