Bigleaguer dio nueve hits en un juego


“Hay tres cosas que puedes hacer en un juego de beisbol: puedes ganar, puedes perder o puedes ver llover”… Casey Stengel.

Habíamos quedado en que batear es la actividad más difícil en el deporte, por lo que si fallas en siete de cada 10 turnos, eres tremendo bateador.

Y de pronto, desde “Listín Diario”, en Dominicana, mi amigo, Tony Grullón, me envía un interesante trabajo, informándome del bigleaguer que conectó nueve incogibles en un juego.

Fue Johnny Burnett, shortstop y segundo bate de los Indios de Cleveland, el domingo 10 de junio de 1932, estaba yo en mis tres años de edad.

Ahora, si es extraño que alguien conecte nueve hits en un juego, más extraño aún es que sus Indios perdieran en su casa, el League Park IV, 18-17, ante los visitantes, Atléticos de Philadelphia, después de jugar durante 18 innings.

Los Indios impusieron la marca de incogibles vigente en un juego, 33 y Burnett bateó de 11-9, dos dobles, anotó cuatro veces e impulsó dos.

Y otros cinco han logrado cada uno, siete imparables en un juego, ningún jonrón:

Wilbert Robinson, catcher de los Orioles, el 10 de junio de 1892, en el Union Park, de Baltimore, no solo conectó siete imparables, sino que también puso en home 11 carreras, en victoria sobre los Carmelitas de San Luis 9-3.

Rockie Colavito, Tigres, el domingo 24 de junio de 1962, en el Tigers Stadium, donde vieron perder a su club 9-7, frente a los Yankees, en 22 innings.

El venezolano de Coro, César Gutiérrez, shortstop de los Tigres, el domingo 21de junio de 1970. Las cuatro primeras veces ocurrió en domingo. César bateó de 7-7 y ganaron los Tigres 9-8, en 12 innings, el segundo encuentro de un doubleheader.

Rennie Stennett, panameño nativo de Colón, segunda base de los Piratas, único en lograrlo en nueve innings, bateó de 7-7 en visita en Wrigley Field, por supuesto, frente a los Cachorros. El equipo de Pittsburgh ganó 22-0, la blanqueada ganada con más carreras en la historia.

Brandon Crawford, shortstop de los Gigantes, quienes ganaron 8-7, el lunes ocho de agosto de 2016, en visita a los Marlins en Marlins Park y en 14 innings.
Ningún jonrón entre tantos hits, indica que los de este relato eran bateadores de contacto, y que se pierden menos swings, si no se les hace con tanta fuerza.

Llama la atención que no fueron victorias todos los juegos de tantos hits. O sea no cuentan, lo que cuenta es cuándo los conectas.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.



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