Corría el año 2017 cuando empezamos a escuchar el nombre de Marta Kostyuk, una niña prodigio que, con tan solo 14 años, ganaba ya torneos profesionales y disputaba eventos de Grand Slam como quinceañera. No estaba lista para una vida como tenista profesional, pero ha ido aprendiendo y ahora, con 21 años, luce un nivel de juego y consistencial espectaculares.
Las grandes historias de precocidad en el tenis femenino suelen llevar aparejadas muchas dificultades para asumir el nuevo rol, amoldarse a los rigores del profesionalismo y lidiar con las altas expectativas y presión mediática que se ciernen sobre la jugadora. Puede atestiguarlo Marta Kostyuk, que aterrizó en el panorama tenístico mundial como un ciclón, pero experimentó una gran ralentización en su progresión. Es ahora cuando parece realmente preparada y su nivel en el WTA 500 Stuttgart 2024 así lo atestigua.
Cuartofinalista en el primer Grand Slam del año, finalista en San Diego y semifinalista en Indian Wells, la ucraniana lleva meses avisando de su salto cualitativo, que quiere materializar con algún título importante en esta gira sobre tierra batida. Por el momento, ha logrado el mejor triunfo de su carrera en Stuttgart, frente a Cori Gauff, y se asegura salir de la ciudad germana con el mejor registro clasificatorio personal (23ª como mínimo). Nunca había encadenado tres torneos llegando a semifinales y su madurez en la cancha, selección de tiros e inteligencia competitiva ha ido a más.
– Kostyuk advierte del mucho trabajo y disciplina que se requiere para encontrar consistencia en el circuito WTA
«Significan mucho estos resultados para mí. Estoy intentando centrarme en el partido a partido, no mirar tanto los resultados sino buscar una mejoría constante en mi juego. Quiero prepararme muy bien para Roland Garros 2024, donde tengo muchas expectativas puestas. Sé que tendré que lidiar con presión y dificultades, por eso afronto estos eventos previos con gran seriedad. Para ser consistente en el circuito tienes que trabajar muy duro y ser muy disciplinada. He mejorado muchísimo en esos aspectos», sentenció la jugadora ucraniana, cuyo enlace matrimonial hace unos meses también parece haber aportado mucho sosiego en su vida personal.
Lo que está fuera de dudas es que Marta Kostyuk atesora un potencial infinito, siendo una de esas tenistas que tiene potencia en sus tiro para desbordar a cualquiera, pero que también posee una excelsa movilidad de fondo de pista que le permita defenderse con solvencia y contragolpear con eficacia. Su margen de mejora sigue siendo grande, así como el tiempo disponible para ello dada su juventud. Es una tenista llamada a grandes logros.