Oklahoma City Thunder ha sido la gran revelación de la temporada. Liderados por Shai Gilgeous-Alexander, finalista para el MVP y uno de los mejores jugadores de la liga, el equipo de Mark Daigneault ha robado el primer puesto en la conferencia Oeste por delante del campeón o de cualquier otro favorito. Acabaron el año con 57 victorias, la cifra más alta desde 2014, todavía con Kevin Durant y Russell Westbrook en el equipo, siendo el tercer mejor ataque, la cuarta mejor defensa y con el segundo mayor diferencial de la NBA. Han dominado de principio a fin, han sido el mejor equipo del Oeste y aun así llegan a los Playoffs envueltos en dudas. No en la franquicia, pero sí en el entorno. Porque no se cree en ellos.
Pese a salir con el #1, y a tener seguramente el rival más asequible de todos los equipos clasificados a los playoff en la conferencia, unos New Orleans Pelicans sin Zion, se han levantado dudas sobre estos Thunder. Por semanas se habló que Lakers o incluso Warriors podrían intentar caer al octavo lugar para evitar a Denver y así jugar con Oklahoma, algo que desde la franquicia angelina definieron como la idea de “alguien recién salido de un manicomio”, en palabras de Darvin Ham. Pero nadie se planteó evitar a los Thunder, a quien rápidamente se puso por detrás de Denver Nuggets, Dallas Mavericks, Minnesota Timberwolves o incluso Los Angeles Clippers en los medios de comunicación. Quisieron matar al #1, pero los Thunder no solo están vivos: son una realidad.
La vuelta de los playoffs a Oklahoma fue uno de los momentos del año. Similar a lo vivido en 2023 en Sacramento, la ciudad no veía un partido en el Paycom Center desde 2019, en aquella famosa serie que Damian Lillard decidió sobre la bocina del quinto partido con un triple desde casi 10 metros. 2024 es diferente, y el pabellón ha respondido como tal. La expectativa alrededor de la ciudad y lo que el equipo podía hacer es similar a lo que se vivió a principios de la década pasada.
Con Durant, Russ, James Harden y Serge Ibaka, con Scott Brooks en el banquillo, Oklahoma era candidato cada temporada. Y Sam Presti ha conseguido llevar a los Thunder de nuevo a la élite de la NBA a base de decisiones correctas, paciencia y un arsenal de rondas de draft con las que trabajar. Con ellas ha construido este equipo.
Son la gran sorpresa de la temporada, jóvenes, verticales y con un candidato al MVP
¿Pero cómo juegan?
Capítulo III: OKC Thunder ⚡️
🧵Abrimos HILO con el análisis táctico del equipo de Shai pic.twitter.com/lJOFj7rtSH
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) April 14, 2024
El dominio de los Thunder en su primera experiencia
Pese a que dejaron dudas en su debut en playoffs, el segundo duelo fue más cercado a la realidad de estos Thunder. Un equipo que sabe exprimir las debilidades del rival como nadie y que a la que consigue una ventaja en el marcador juega con ella como una goma elástica, y que tiene recursos para hacer de tu noche una pesadilla.
No es el equipo de Shai, una descripción tan simple como reduccionista del verdadero nivel de estos Thunder. Es el equipo de Shai, y de Jalen Williams, Chet Holmgren, pero también Lu Dort, Josh Giddey, Cason Wallace, Isaiah Joe y otros tantos. Cada uno tiene su rol, cada uno tiene una función. Y cuando mejor trabaja el equipo es cuando todos cumplen, como funcionó en temporada regular y como fue la noche del miércoles.
Porque sí, Gilgeous-Alexander fue el mejor con 33 puntos, pero no lo puede hacer solo. Chet metió 15 en el primer cuarto sin fallo y 20 al descanso en un duelo personal con Jonas Valanciunas que ganó el novato otra vez. Jalen Williams tuvo que bailar con CJ McCollum y Brandon Ingram a partes iguales mientras metía 21 puntos.
Todos los titulares acababan en dobles figuras, con 15 para Dort (y 4 triples) y 13 de Giddey. Y el banquillo cumple su labor, de ganarle al de los Pelicans: 24-18 en el primer partido, 16-14 en el segundo, aunque en parte su tarea es en el aspecto defensivo. Fue Cason Wallace quien le cerró la puerta a McCollum al final del primer partido, en el tiro final, y por ahora han dejado a los Pels en 93 puntos ambas noches. Están 14-0 dejando al rival en menos de 100 puntos, incluyendo el 2-0 en la serie.
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Una de las diferencias de estos Thunder está en el banquillo. Mark Daigneault, favorito para salir elegido como Coach of the Year brilla por saber usar la profundidad de la plantilla, incluso en playoffs. En el primer duelo, que se decidió por solo dos puntos, Daigneault usó 11 jugadores y en el segundo fueron 13, otra vez 11 sin contar los minutos de la basura. Solo en el primer periodo usó nueve nombres diferentes. El jugador que más minutos disputa para los Thunder, Jalen Williams (37.7), está 25 en la lista de minutos por partido, con Shai trigésimo (37.1) siendo los dos únicos en el top-50. A una distancia sideral de la cabeza, con Josh Hart, Tyrese Maxey o Luka Doncic bien por encima de los 42 minutos. Detalles que se acaban valorando como más se alarga la presencia de un equipo en playoffs, cuando las rotaciones se acorten.
Porque llegará el momento. Sea ante Clippers o Dallas, como parece, sea en semifinales o más adelante, habrá un rival que presente mayor reto que estos Pelicans huérfanos de Zion Williamson. Y se hablará otra vez de la juventud, de que son el #1 más joven de la historia, de la inexperiencia de tener a un novato y un jugador de segundo año alrededor de Shai, que lidera un equipo en playoffs por primera vez, o incluso de que Daigneault está debutando. Se pondrá en duda a estos Thunder otra vez, como se hizo contra la sola hipótesis de Warriors o Lakers, como se ha hecho ante New Orleans o toda la temporada. Y siempre han respondido.
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