El FC Barcelona tiene la certeza de poder jugar en el Spotify Camp Nou desde septiembre. No obstante, para curarse en salud, prefirió amarrar a su segunda opción para ser local y firmó el contrato para jugar en el Olímpico Lluís Companys.
Esta alternativa empezó a contemplarse desde julio, luego de no haber recibido la Licencia de Primera Ocupación parcial. Ante esto, el club ya firmó el acuerdo con la empresa encargada del inmueble en Montjuic, Barcelona de Serveis Municipals (BSM), para poder utilizarlo (de ser necesario) hasta finales de febrero, según Mundo Deportivo.
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Gracias al convenio, el cuadro azulgrana se asegura de poder jugar los cuatro partidos como local de Fase de Liga y el posible «play off» de la próxima Champions League, que deben jugarse en un mismo estadio de acuerdo a la normativa de la UEFA. No obstante, el club tiene hasta el próximo 28 de agosto para decidir en qué escenario jugará.
El único partido que no está incluido en el acuerdo es el del 13-14 de septiembre ante el Valencia, primero de LaLiga como local, que se jugaría en el Camp Nou. Esto se debe a que el día 12 habrá un concierto del cantante Post Malone y sería imposible tener el césped en condiciones para el cotejo.
Todavía no se ha confirmado que el Barcelona juegue dicho partido en su nuevo campo y, en caso de que el concierto se termine celebrando, habrá que buscar una alternativa. No se contempla el estadio del Espanyol y jugar a puerta cerrada en el Camp Nou está prácticamente descartado.
De acuerdo con Mundo Deportivo, el club ya se ha puesto en contacto con todos los proveedores necesarios par los días de partido.