
🎾 Aman Sharma vs Maximilian Borisov
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Casi un mes he tardado en encontrarle un hueco a esta entrevista, pero mejor darle el espacio que merecía a dejar que se perdiera entre crónica y crónica del US Open. Hoy por fin os puedo traer la charla que tuve con Rafael Jódar (Madrid, 2006) después de que el español conquistara su primer título Challenger en tierras griegas, país del que regresó con un buen saco de puntos que le impulsó hasta el top400 del ranking mundial. Con 18 años y todavía en su primer año de college universitario, no está nada mal. El tiempo dirá cómo maneja en el futuro estas dos ambiciones, de momento parece que todo fluye en la dirección correcta.
Qué buen verano has pasado por Grecia.
(Risas) Sí, tenía esas dos semanas en mente, bien anotadas en el calendario. Aunque llegué muy lejos en la primera semana, la idea era quedarse también a la segunda porque nos pillaba todo muy bien, se jugaba en el mismo club y las condiciones eran buenas.
Ocho victorias en nueve partidos.
Me había preparado muy bien, venía disputando muchos partidos durante el verano. Es verdad que las pistas allí era un poco diferentes, que había rivales duros en el cuadro, pero pude adaptarme bien. Fui partido a partido y así me encontré muy bien.
¿Algún partido que recuerdes especialmente duro?
Todos los partidos tuvieron su complicación pero… si me tengo que quedar con uno, quizá el de segunda ronda. Me enfrentaba al cabeza de serie número uno del cuadro (George Loffhagen), fue un duelo muy intenso, pero ya me había enfrentado a él anteriormente, así que esa experiencia me ayudó a sacarlo adelante.
En la final arrasaste, ¿no te pusiste nervioso?
Sabía que era otro partido más, ante un rival que venía de ganar sus cuatro partidos igual que yo, pero confiaba en tener mis posibilidades. Ya había jugado varios partidos en la pista central, así que lo afronté con tranquilidad, intentando siempre hacer mi tenis.
Dime qué se siente al ganar un Challenger.
Una alegría muy grande, significa que todo el trabajo que vengo haciendo está bien, pero nada más. Es el primer título, espero que esto me permita jugar torneos de mayor nivel. Quiero seguir evolucionando, ganando más puntos en el ranking que me permitan competir en torneos mejores.
¿Lo celebraste?
No tuve mucho tiempo, acabé el primer torneo el sábado y el martes ya tenía que empezar un nuevo torneo, así que tuvimos una cena esa noche y enseguida a pensar en el próximo partido.
¿Cuánto te sonó el móvil esa noche?
Me felicitó mucha gente, gente que se alegraba por mí por esta victoria. Estuve hablando con mi familia y mis amigos, la gente que está ahí en los buenos y los malos momentos. No recibí tampoco muchísimos mensajes, no había que darle tanta importancia.
Imagino que perderías unas horas leyendo todo lo que se decía de ti en redes.
No mucho. Me gusta estar al tanto de las noticias y para eso tengo Instagram, pero más para seguir lo que hacen mis amigos o si hacen algún viaje. No lo utilizo demasiado, creo que si utilizas en exceso las redes sociales puede ser malo, te hace perder la concentración. Hay que tener cuidado, es una distracción que te puede llevar a consecuencias peores. Es fundamental manejarlo de una manera sana, sin que te afecte demasiado todo lo que ves y lo que lees.
En la segunda semana en Grecia llegaste a semifinales, donde perdiste con Dan Added, al que habías derrotado en la final seis días atrás.
Sabía que sería un partido diferente, no importa si le había ganado la semana anterior, siempre aparecen nuevas situaciones y problemas diferentes. Él jugó bien en momentos importantes y al final se dio como se dio, se mereció ganar. Hay que hacer una valoración muy positiva de esas dos semanas, jugar nueve partidos está muy bien, hay muchas cosas buenas que extraer.
¿Te ha cambiado la vida?
No cambia nada. Está claro que es un torneo muy importante para mí, mi primer título Challenger y un buen saco de puntos que me permite subir en el ranking para disputar otros torneos mayores, pero no cambia nada más. Mi enfoque es el mismo, seguiré jugando Challengers y, en el caso de hacerlo bien, apuntar a torneos de mayor nivel.
Llevas un año en Virginia (Estados Unidos), ¿qué tal la universidad fuera de España?
Ha sido una experiencia muy buena, he estado rodeado de gente muy buena. Me han aportado mucho, he mejorado mucho mi nivel de tenis, además de hacer muchos amigos en la vida social.
¿Qué planes tienes hasta final de temporada?
Ahora no tenemos ningún partido universitario, así que jugaré Challengers hasta final de año. Cuando llegue diciembre, que ya no habrá más torneos, tocará parar y hacer una mini-pretemporada pensando en el año siguiente.
¿Se puede compaginar ambas cosas?
Ellos entienden que estaré jugando Challengers, así que la semana que pueda estar allí pues fenomenal. Son ellos los que me proponen esta situación para que pueda estar viajando y jugando muchos torneos. Entienden perfectamente mi situación, saben que yo quiero jugar todos los torneos que pueda, me han apoyado desde el principio.
¿Hay algún español más en Virginia?
En mi universidad no hay ninguno más, pero en el equipo de chicas sí que hay dos españolas. En otras universidades también hay otros jugadores españoles, estoy en contacto con ellos y sé que les está yendo muy bien.
En este último US Open hubo más de 60 tenistas en el cuadro principal que pasaron por el collage, ¿qué te dice eso?
Sabía que había bastantes jugadores que han pasado por la universidad, ¡pero no sabía que eran tantos! Me sorprende… pero al mismo tiempo no me sorprende, sé que hay muchos universidades que apuestan por jugadores con mucho potencial, jugadores que quieren ser profesionales, así que ellos te ayudan a sumar las condiciones para desarrollarte. Una vez acabas la carrera, con 21-22 años estás en una edad espectacular para dedicarte al tenis profesional. Allí se hacen muy bien las cosas en este sentido.
Igual llega un momento donde estás tan metido en el circuito que te toca aparcar los estudios…
No lo he pensado, soy más de ir semana a semana, aquí las cosas pueden cambiar muy rápido. Siempre habrá diferentes opciones, llegarán semanas donde lo hagas muy bien y otras en las que no, pero eso no significa que el camino no esté siendo el correcto. Hay casos de gente que ha estado jugando en su universidad y, al mismo tiempo, teniendo un ranking ATP muy alto. De momento, eso no me preocupa.
¿Te presiona tu entorno para que tomes alguna decisión?
Para nada, presionarme no es ninguna solución. Yo tengo que hacer lo que crea que es mejor, ellos están para apoyarme y darme su punto de vista. Si no estuviéramos en la misma página sería imposible tener ese vínculo como equipo.
¿Con quién sueles viajar?
A estos últimos torneos fui con mi padre y funcionó muy bien. Mi padre ha sido siempre mi entrenador, nos ha ido muy bien, así que estoy contento.
¿Y la vida por USA qué tal es?
Se vive bien, es diferente, aunque en el tenis es todo parecido. Hay que adaptarse, hay que saber cómo hacer las cosas, además de la prueba de madurez que supone vivir solo y convivir con otros compañeros de equipo. Es una experiencia muy buena que me ha encantado. Lo peor es la comida, sin duda, esto sí que se echa mucho de menos (risas).
Imagino que tendrían muchos recuerdos viendo este US Open, donde ganaste el cuadro junior en 2024.
Me trajo unos recuerdos muy buenos, fue una de mis mejores semanas de 2024, me lo pasé muy bien y jugué grandes partidos. Tengo un recuerdo muy bueno de Nueva York, tanto del tenis como de la ciudad. El día que vuelva al US Open tendré recuerdos imborrables, seguro.
¿La mejor semana de tu vida?
Una de las mejores, sin lugar a dudas. No sé si la mejor, pero una de las que siempre llevaré conmigo. Salió todo rodado en ese torneo.
¿Oportunidad de verte competir en España próximamente?
El problema es que ahora no hay muchos Challengers en España. Además, los que hay son en diferentes superficies, así que prefiero centrarme en una única superficie, ya sea tierra o dura, para no estar cambiando continuamente. Voy a ceñirme a una superficie e intentar hacerlo bien. En España quedan pocos torneos y, a nivel de programación, no me viene del todo bien. Son torneos que no se adaptan bien a mi calendario, aunque los que jugué este año en España fueron muy bien, lo disfruté muchísimo.