
🎾 Daniil Medvedev vs Alex De Minaur
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Martín Landaluce nunca estuvo en un momento de forma tan bueno como el actual. Después de ganar el Challenger de Orleans hace un par de semanas e instalarse a las puertas del top100, tocaba sentarse con el madrileño para hacer un balance de lo que ha supuesto esta temporada para él.
Aunque todavía le veremos en tres o cuatro torneos más hasta final de temporada, Martín Landaluce tiene ya la muestra necesaria para sacar un primer análisis del año 2025. Un calendario donde el objetivo prioritario volvió a enfocarse en el trabajo diario, en la evolución como jugador y el desarrollo como persona.
– Entrevista con Martín Landaluce para analizar su 2025
El punto más dulce lo tocó hace unas semanas en Orleans, donde levantó su segundo trofeo Challenger, casi un año después del primero. El triunfo le coloca virtualmente como #110 del mundo, a un suspiro de romper el ansiado techo. Una entrevista con Punto de Break era la mejor solución para ordenar las ideas y escuchar el discurso de uno de los mayores talentos que tiene actualmente el tenis español.
Empezamos por lo último, cuartos de final en Villena.
Fue una semana bastante difícil, llegué con las defensas bajas del torneo anterior, me entró un catarro fuerte y lo pasé un poco mal esos días. Me costó un montón, tuve que hace un esfuerzo extra para llegar a cuartos de final, pero ante Carreño el partido era ya de otro nivel, necesitaba más. Ese día pegué un bajón grande, necesitaba un par de días para darle un descanso a mi cuerpo.
De no haber sido sido Villena, quizá no habrías forzado, aunque nunca está de más ponerle un examen al cuerpo.
Las dos cosas tienen sentido. Teníamos planificado jugar esas tres semanas, en una se dio todo mejor de lo esperado, eso nos daba cierto margen para tomar decisiones. Yo estaba preparado para disputar el torneo, pero el catarro me dejó peor, además de los partidos que arrastraba. Al final, según cómo te encuentres, debes tomar una decisión. Si hubiera sido en otro lugar, más lejos, quizá lo habríamos omitido.
Donde no hubo catarro fue en Orleans.
Allí fue muy buen, fue súper bien (risas). Físicamente estaba como un toro, la mejor semana del año, sin duda. Ese torneo me ha ayudado a marcar un camino muy claro.
Mejorar cada día, lo sé, pero qué bien cae un título para corroborar todo el trabajo.
Totalmente, al final nosotros trabajamos en el día a día, intentamos mejorar, tener un camino muy marcado y orientado a largo plazo. Pero claro, necesitas tener de vez en cuando alguna recompensa, sobre todo en jugadores de mi edad, sin tanta experiencia. Para nosotros se hace más difícil trabajar sin ver ese premio a medio plazo, luego al cumplir años ya sabes cómo funcionan las cosas. En torneos grandes, donde ganas a gente buena, te das cuenta que todo el trabajo que vienes haciendo cobra sentido. Estas semanas siempre son necesarias, me da mucha fuerza para el resto de temporada.
¿Te preocupaba no haber ganado ningún título en 2025?
El hecho de ganarlo, no tanto. Vengo trabajando durante todo el año en muchas cosas que quizá no se ven tanto en los partidos, pero estoy intentando cambiar mi juego, estoy intentando ampliar el repertorio y meter nuevas herramientas. Sobre todo, estoy intentando meterlas en los partidos, que es lo más difícil que hay, porque te quita competitividad en algunos momentos. La semana en Orleans se juntó todo, pero no tenía prisa, estaba convencido de que en el futuro iba a llegar una recompensa así, aunque a veces puedes pecar de querer que llegue antes de lo normal.
Si comparamos al Martín de ahora con el que ganó en Olbia hace un año, ¿hay mucha diferencia?
Sí, como jugador hay una diferencia bestial, hemos mejorado en absolutamente todo, ahora en los partidos puedo hacer más cosas. Noto que he mejorado mucho, el Martín de ahora le pegaría una buena paliza al de hace un año (risas).
Dices que estás añadiendo nuevas cosas en tu juego, ¿puedes profundizar un poco más?
Vengo variando mucho con los saques, intento ir a por buenos servicios en momentos importantes, estoy subiendo más a la red, haciendo golpes que antes no me atrevía en momentos difíciles, pero que al final son los que te hacen ganar partidos. Busco más winners, tiro más con el cortado, traigo a los rivales a la red… es un poco de todo, todo aquello que me haga más completo. Estas mejoras me ayudan a sacar adelante partidos que antes se me complicaban.
¿Y cómo va la evolución? ¿Satisfecho o te gustaría ir más rápido?
Siempre le quiero meter más, pero la evolución va bien, estamos satisfechos con lo que vemos. El año pasado quería mejorar muchas cosas, lo hablamos en pretemporada y, a partir de ahí, hemos hecho un gran trabajo. Además llevo sin ningún dolor durante todos estos meses, lo cual me permite darle continuidad a ese trabajo.
Tienes 19 años, estás a un paso del top100 y ganando títulos. Desde fuera se ve todo de color de rosa, dime aquello que no vemos, la letra pequeña del contrato.
Hay varias cosas, aunque aquí todo el mundo está luchando por las mismas cosas, haciendo muchos sacrificios e invirtiendo todo el tiempo. A veces no ves la recompensa pero, para jugadores como yo, es muy importante darle un enfoque diferente a lo que significa el éxito. Si solo entiendes el éxito como ganar partidos y torneos, el camino se puede volver muy complicado.
Y encima lejos de casa.
Mira, en los últimos cinco meses, creo que he pasado cinco días en casa. La gente piensa en viajar y piensa en lo bonito que es viajar, conocer gente y otras culturas. Parece que te lo estés pasando bien todo el tiempo, pero la realidad es que echas de menos estar en casa con tu familia. Esta es de las cosas más duras de ser tenista profesional. El día de mañana me encantaría estar jugando en los mejores torneos pero teniéndoles a ellos.
¿Sigues aspirando a lo máximo?
Siempre apunto a lo más alto, quiero y creo que puedo llegar a eso. Quiero jugar con los mejores, al final los estás viendo todo el día, buscando cosas para ganarles. Pienso que puedo hacerles mucho daño.
Hace dos años, cuando retiraste a Pablo Andújar en el Challenger de Valencia, te pregunté si firmarías tener su carrera. Me dijiste que sí.
Sí, totalmente. Te la firmaría sobre todo por lo que fue él como jugador y como persona, eso es a lo que aspiro más allá de los resultados o el dinero. Lo que más quiero conseguir en esta vida es acercarme a lo que ha sido Pablo: tener una gran familia, ser un tipo cercano y vivir de algo que me hace tan feliz. Más allá de los resultados, esto es lo que más satisfacción podría darme en la vida.
Ahora mismo tienes un doble objetivo a tiro: el top100 y la clasificación a las #NextGen Finals. ¿Te obsesiona alguna de las dos?
Para nada, yo sé que el top100 va a llegar en cualquier momento, pero yo pretendo llegar mucho más lejos. Marcarme un objetivo, que no es real para mi estilo de juego, se me quedaría pequeño. Ahora que estoy cerca podría caer en la trampa de empujar para justo llegar, pero mi intención es llegar mucho más lejos. Claro que me gustaría entrar en el próximo cuadro principal del Open de Australia, creo que es un objetivo factible. Y en Jeddah lo mismo, estamos todos empujando como locos, hay varios jugadores en un saco de puntos, así que es una disputa apasionante.
A falta de tus últimos torneos, ¿qué aprendizaje te deja esta temporada?
Lo más grande que he aprendido este año es a redefinir un poco la palabra ‘éxito’. Todo el mundo habla de éxito, desde los atletas hasta los empresarios, pero es una palabra a la que yo le daba un significado diferente. Ahora lo entiendo desde otro punto de vista, me ayuda a trabajar con más tranquilidad y más a largo plazo. Esto es lo que más he aprendido este año, además de complementar el tenis con un montón de actividades que me hacen muy feliz. Estoy acabando el año con mucha fuerza como persona.
¿Qué actividades son esas?
Vengo tocando la guitarra desde hace no mucho tiempo, es algo que me encanta, me la llevo siempre de torneo. Tengo otro amigo aquí en la Academia que también le gusta y a veces voy a su casa a tocar. El tema de la lectura es un hobby que también lo tengo muy afianzando, cada vez voy leyendo más, son formas de entretenimiento que me están ayudando a pasar mejor el tiempo.
Recomiendanos tu última lectura.
El otro día terminé un libro que se llama ‘Martes con mi viejo profesor’. Se lo recomiendo a todo el mundo, es precioso.
Y por último, la pregunta que está esperando la gente: ¡¿qué ha pasado con el pelo?!
(Risas)
Esos rizos eran la envidia del vestuario.
Lo llevaba pensando unos meses, me lo dejé muy largo, así que pensé en hacerme algo diferente. Al final tienes tan poco tiempo para pasar en casa que no fui capaz de hacerme nada, lo tenía muy largo, incluso me molestaba, así que decidí raparlo. Creo que ha sido una gran decisión, estoy muy contento […] De hecho, pienso que me queda bastante bien (risas). Me he quitado un par de kilos, ahora soy mucho más rápido.