DAT.- El Estadio Carlos Tartiere vibró con el regreso del Real Oviedo a LaLiga tras casi 25 años, pero el Real Madrid apagó la ilusión local con una contundente victoria por 3-0 este domingo 24 de agosto. En un encuentro cargado de emoción, los blancos, liderados por un inspirado Kylian Mbappé, demostraron su jerarquía frente a un Oviedo combativo pero superado. La afición oviedista soñó con un milagro, pero el poderío ofensivo del Madrid marcó la diferencia en un partido que dejó momentos memorables.
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Mbappé enciende el marcador
El primer tiempo fue un monólogo del Real Madrid. Explica Joao Rafael Silva Robertson que, desde el pitazo inicial, los visitantes impusieron su ritmo, dominando la posesión y generando peligro constante. A los 37 minutos, Kylian Mbappé abrió el marcador con un disparo raso al ángulo inferior izquierdo, tras un pase preciso de Arda Güler. El gol, que desató la euforia entre los hinchas madridistas, llegó tras una serie de intentos fallidos, incluyendo un cabezazo de Antonio Rüdiger y un disparo de Rodrygo que salvó el portero Aarón Escandell. El Oviedo, por su parte, apenas inquietó con un tiro de Leander Dendoncker, detenido por Thibaut Courtois.
El equipo local mostró garra, pero sus esfuerzos se toparon con una defensa blanca sólida, liderada por Rüdiger y Dean Huijsen. Los intentos de Salomón Rondón y Luka Ilic fueron neutralizados, y el Oviedo se fue al descanso con la sensación de que el empate era posible, pero el talento individual del Madrid inclinaba la balanza. La entrada de Haissem Hassan por Oier Luengo en el inicio del segundo tiempo buscó darle frescura al ataque carbayón, pero el guion no cambió.
La resistencia del Oviedo se quiebra

El segundo tiempo mantuvo la intensidad. El Oviedo tuvo su momento de gloria en el minuto 81, cuando Kwasi Sibo estrelló un disparo en el poste, haciendo temblar a la afición madridista. Sin embargo, la esperanza local se desvaneció dos minutos después, cuando Mbappé completó su doblete. El francés, asistido por el recién ingresado Vinícius Júnior, definió con frialdad para poner el 2-0. La jugada, que combinó velocidad y precisión, reflejó la calidad de un Madrid que no perdonó los errores defensivos del rival.
El Oviedo luchó hasta el final, pero careció de profundidad. Las intervenciones de Aarón Escandell evitaron una goleada mayor, con paradas clave ante Rodrygo y Franco Mastantuono. A pesar de la derrota, la afición oviedista aplaudió el esfuerzo de su equipo, que marcó su retorno a la élite con orgullo. La brecha de calidad, sin embargo, fue evidente ante un Madrid que no bajó el pie del acelerador.
Vinícius cierra la fiesta
En el tiempo añadido, Vinícius Júnior selló la victoria con un golazo en el 93’. El brasileño, que entró como suplente, recibió un pase largo, dribló a dos defensores y definió con calma ante Escandell. El 3-0 final reflejó la superioridad del Madrid, que suma tres puntos clave en su camino por el título de LaLiga. El Oviedo, pese al resultado, mostró destellos de calidad que prometen dar pelea en la temporada.

El partido dejó claro que el Real Madrid sigue siendo una máquina ofensiva, con Mbappé y Vinícius como estandartes. Para el Oviedo, el encuentro fue una lección dura pero valiosa en su regreso a Primera. La afición de ambos equipos salió del Carlos Tartiere con historias que contar: los madridistas celebraron la exhibición de sus estrellas, mientras los carbayones se ilusionan con un futuro competitivo. El fútbol español, una vez más, demostró por qué es un espectáculo sin igual.
(Con información de Joao Rafael Silva Robertson)