Si bien a lo largo de la etapa regular de la campaña 2023-24 fue el primero en la tabla general, el arranque del Round Robin para Cardenales de Lara sorprendió a más de uno por la complicada situación que atraviesa y sin sumar lo que ocurra en la jornada dominical frente a Tigres en Barquisimeto, el camino para subir a los puestos de privilegio debe ser corregido cuanto antes.
Luego de la derrota que sufrieron la noche del viernes en el Monumental Simón Bolívar ante Leones del Caracas en once entradas, los pupilos del mánager Henry Blanco entraron en una dinámica nada habitual que no se compara con el balance dejado en el “todos contra todos” del campeonato donde su récord de 33 lauros y 23 caídas lo situó como firmes candidatos a levantar el trofeo de la LVBP.
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No obstante, las cuatro derrotas al hilo en este inicio de las semifinales de la actual zafra invernal de nuestro país evidencian que Blanco necesita confiar una vez más en el equipo y así entrar de lleno en la lucha por ser finalista de la competición.
Para el Round Robin de la 22-23, los “guaros” cerraron la primera semana de acción con foja de par de triunfos, pero cuatro reveses y su ubicación definitiva en esta fase fue de 8-8, quedándose por detrás de Leones y Tiburones (quienes disputaron la serie por el título y que ganaron los melenudos en seis encuentros).
Inmersos en toda una encrucijada
Sus números en lo colectivo tampoco ayudaron a la remontada que esperaba su fanaticada y por ende, cedió terreno con los de la Gran Caracas: .274 AVE y 4.25 EFE en 146 episodios.
Mientras que ahora con el 0-4 que lo tiene en el sótano de la clasificación, Cardenales batea para promedio de .260 (154 VB) pero ha dejado 42 jugadores en las bases (Tiburones, Leones y Bravos acumulan 20). En lo que se refiere a la efectividad por cada nueve innings, son el peor de los cinco equipos en este rubro: 5.40 en 38.1 entradas donde toleraron 23 rayitas limpias.
Aun cuando resta todavía margen para encarrilar la ruta, los “pájaros rojos” deben tomar un segundo aire y levantar bien alto el vuelo para no despedirse tan rápido de la pelea.