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Como viene siendo costumbre, Alex de Miñaur nunca recibe atención mediática al inicio de los Grand Slams. El australiano poco a poco va ganando sus partidos, cogiendo confianza y sin hacer mucho ruido entrar con regularidad en la segunda semana de los ‘majors’. Esta vez en Nueva York no iba a ser menos y ya está en los cuartos del US Open después de rendir sin oposición a Leandro Riedi (6-3, 6-2, 6-1).
Además, en esta gira norteamericana de pista dura ya cuenta con un título, el ATP 500 de Washington, y con el nivel mostrado durante estos días en Flushing Meadows buscará las semifinales, aunque para ello deberá de rendir ante a Felix Auger-Aliassime. Sobre su próximo rival, las buenas sensaciones que tiene siempre en el US Open, el motivo de tener dos entrenadores y las cualidades que le convierten en uno de los mejores tenistas del mundo, habló en la rueda de prensa posterior a su victoria.
Enamorado de Nueva York
«Creo que si miramos los resultados, este es, con diferencia, mi mejor Grand Slam. A menudo me pregunto por qué precisamente aquí, en Nueva York, y creo que probablemente se deba a que las pistas son un poco más rápidas aquí y las condiciones y la pelota vuelan un poco más rápido por el aire. Pero ya desde que era junior, tuve una trayectoria increíble, desde las clasificaciones hasta las semifinales. Conseguí mi primera victoria contra un top 10 aquí, contra Nishikori. Mis primeros cuartos de final en un Grand Slam fue aquí. Ahora ya he llegado tres veces a cuartos aquí. Consigo buenos resultados aquí en Nueva York, así que Nueva York me trata muy bien».
No quiere un solo entrenador durante todo el año
«No creo que sea posible, y mi razonamiento es que si el entrenador tiene familia, no podrá verla. Quiero decir, el calendario que tenemos como jugadores es interminable, y la mayoría de las veces esa es la razón por la que tenemos dos entrenadores. Para dividir las semanas y que, por supuesto, puedan pasar tiempo con su familia. Porque los propios jugadores sabemos a lo que nos hemos comprometido. Estoy acostumbrado a eso, y es una de las situaciones menos ideales de nuestro deporte, que no pueda pasar tiempo en casa con mi familia y amigos cercanos. Pero, de nuevo, no quiero que mi equipo se sienta así nunca»
«Mi entrenador tiene una familia joven. Llevo casi 17 años con él y ha llegado un punto en el que, por supuesto, nunca le diría que no puede ir a pasar tiempo con su familia. Ya ha pasado mucho tiempo conmigo. Así que creo que, con el calendario actual, es completamente normal que los entrenadores dividan las semanas, y no hay nada de malo en ello. Tengo a Adolfo y tengo a Matt Reid, y están en comunicación constante durante todo el año y eso es lo más importante. No importa quién sea mi entrenador en el torneo, ambos están en comunicación constante y ambos intercambian opiniones. Sí, ese es el objetivo clave de cualquier relación sana, relación laboral, la comunicación».
Sobre su duelo en los cuartos contra Félix Auger-Aliassime
«Félix es ese tipo de jugador del que todo el mundo sabe que su nivel máximo es increíblemente alto, y cuando juega con confianza, es muy difícil de vencer. Esta semana está jugando un tenis increíble, y tiene muchas armas. Tiene un gran servicio. Tiene un gran golpe de derecha. Busca dictar el juego siempre que puede. En ese enfrentamiento, para mí se trata de intentar romper su ritmo, no darle la oportunidad de intimidarme en la pista».
«Hago todo lo posible por contraatacar y dictar el juego siempre que puedo y, en última instancia, sé en lo que me estoy metiendo. Hay momentos en la pista en los que es imbatible, y luego hay momentos en los que comete un par de errores. Para mí se trata de capear el temporal. Me estoy dando la oportunidad de jugar los cuartos de final, estos son los partidos en los que quiero jugar. Para mí se trata de ir a por ello, de aprovechar la oportunidad, y estoy muy emocionado por ello».
Más motivado que nunca
«Siempre he pensado que lo primero es llegar hasta aquí y después darme la oportunidad. Si me rindo pronto, nunca voy a tener la oportunidad, así que al menos tengo la oportunidad delante de mí. Se trata de aceptarlo. Esta es mi sexta vez en cuartos de final, así que tengo algo de experiencia. Sé lo que me espera y mi mentalidad de cara al futuro es ir a por todas. No hay que contenerse».
Sobre sus mejores cualidades en pista
«Siempre he pensado, y siempre me han dicho, que sin mi movimiento y mi velocidad yo no estaría aquí. Sin duda, esa es una de mis mayores cualidades. Cuando me quitaron eso, tuve muchas dudas sobre cómo iba a ganar partidos de tenis. No es que consiga puntos increíbles gratis con el saque, ni que consiga golpes ganadores desde cualquier punto de la pista. Simplemente, me di cuenta de que durante toda mi carrera había sido el pequeño. Era el que no era fuerte, el que tenía que encontrar muchas formas diferentes de ganar partidos de tenis y el que realmente tenía que sacar el máximo partido de mí mismo tácticamente».
«Así que cuando salía a la pista y jugaba esos partidos como junior, buscaba diferentes formas de vencer a esos chicos más grandes, más altos y más fuertes. En cierto modo, volví a mi infancia, a esa etapa en la que pensaba en los partidos desde el punto de vista táctico y en dónde tenía que golpear la pelota para que mi oponente no pudiera descubrir mis movimientos. Eso es más o menos lo que hacía. De repente, estoy aquí, obteniendo resultados increíbles. Sigo siendo competitivo frente a los mejores jugadores del mundo», asegura un Alex de Miñaur que no ceja en su empeño de luchar por un Grand Slam.