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🎾 Martin Klizan vs Francisco Comesana
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La ATP no tuvo ninguna duda en premiar a Giovanni Mpetshi Perricard como el jugador más mejorado de todo 2024, un hombre que inició el curso fuera del top200 y sin ninguna experiencia a nivel profesional para luego terminar en el top30 con dos títulos en el bolsillo y una cuarta ronda en Wimbledon. Se hablará de su altura, de su físico, de su saque, pero no se hablará tanto de su entrenador, el hombre que le guió por todo ese camino. Emmanuel Planque, un clásico de los banquillos, analizó su situación actual gracias a un reportaje elaborado por la propia ATP.
“La fuerza de nuestra asociación es que tenemos una relación emocional muy fuerte, somos capaces de tener discusiones realmente íntimas. Recuerdo siempre un viaje en taxi en el ATP de Río, una noche, después de una victoria en un Challenger, donde Gio había jugado un partido muy largo, hasta muy entrada la noche. En ese viaje me confió cosas muy íntimas, esos momentos son los que luego cuentan”, confiesa el técnico galo.
“En aquel momento estaba en una etapa donde iba convirtiéndose en adulto, en plena salida de la adolescencia. Fue una fase de desarrollo muy importante para él, para cualquier individuo, pero al mismo tiempo ese es mi trabajo, acompañar al jugador en su desarrollo y construirlo para el mundo del tenis profesional. Un junior, por definición, nunca está completamente hecho para jugar al más alto nivel, ni física ni psicológicamente, así que ese es mi trabajo. La satisfacción es verle desarrollarse e ir creciendo con las diferentes herramientas, hasta llegar al máximo nivel. Con Giovanni tenemos la sensación de que esto solo es el comienzo, sabemos que continuará mejorando y venciendo a los mejores”, asegura un hombre que se conoce cada rincón del circuito.
Para muestra del progreso, no hay ejemplo mejor que su temporada 2024. Con un Perricard envalentonado en los grandes escenarios, capaz de colarse en segunda semana de un Grand Slam, de levantar su primer título profesional en la superficie menos esperada e incluso repetir meses después en categoría ATP 500. Una explosión de talento, pero también de potencia, cabalgando sobre un servicio que está llamado a ser el más letal de todo el vestuario.
“Debo admitir que nunca pensé que su primer título llegaría en tierra batida, me sorprendió un poco que ganara allí antes que en pista dura, además venciendo a buenos jugadores”, recuerda Planque sobre su éxito en Lyon. “Más adelante, lo que sucedió en torneos como Basilea o Wimbledon, realmente no fue tanta sorpresa. Él quiere ser uno de los mejores del mundo, así que es un honor que me haya elegido a mí para acompañarle en esa búsqueda. Es algo muy valioso, así que tengo que ser extremadamente dedicado y comprometido con nuestro trabajo. La verdad es que paso más tiempo con él que con mi familia, él lo sabe, por eso damos siempre el mayor esfuerzo”, reconoce el hombre que empezó a guiarle en exclusiva a partir de 2023.
EL ‘MÉTODO PLANQUE’
En su historial aparecen nombres como Arthur Fils, Michael Llodra, Fiona Ferro o Lucas Pouille, entre otros. No sorprendió cuando Mpetshi Perricard apostó por Planque para que le ayudara a dar el próximo salto. “Las victorias son, en últimas instancia, la consecuencia de muchas horas de trabajo previo. A mí lo que me interesa es el viaje, todo lo que hicimos y superamos hasta llegar ahí. Las victorias son buenas, son necesarias, pero a mí lo que de verdad me interesa es el progreso”, comenta con orgullo un Emmanuel que contó hasta 48 victorias la temporada pasada.
“Mi método de entrenamiento ha evolucionado considerablemente. Al principio no tenía experiencia, pero ahora sí tengo una filosofía, trato de entender al individuo que tengo delante. Aquí interesa entender cómo es, cómo trabaja, su educación y su cultura. Luego hay que proponerle cosas que le ayudan a mejorar, a progresar, sabiendo que vendrán dificultades emocionales y algunas dudas, las cuales pueden generar preocupación o ansiedad”, resume Planque desde la experiencia. «Con Giovanni no siempre es fácil hablar de esos miedos, pero tenemos mucha confianza, sé que confía mucho en mí en momentos extremos. Como entrenador, esas situaciones suponen una gran responsabilidad, así que trato de estar a la altura”, concluye.