
🎾 Jenson Brooksby vs Taylor Fritz
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La frase que a día de hoy predomina en el circuito cada vez tiene más veracidad: Carlos Alcaraz no tiene rival. El español domina todos y cada uno de los aspectos del juego, no hay ni un punto débil y ni una brecha. A veces él mismo puede ser su principal enemigo, pero lleva semanas sin ninguna desconexión. Simplemente, está jugando un tenis perfecto.
Se vio en su duelo de cuartos de final del ATP Tokio ante un Brandon Nakashima que por mucho empeño que le pusiera fue un trapo en manos de Carlos Alcaraz, que le infligió un contundente 6-2, 6-4, en una hora y 20 minutos y sin permitir ni una sola bola de break. Sin rastro de dolor del tobillo, el de El Palmar se adentra en las semifinales del torneo japonés, donde le espera un rival de entidad: Casper Ruud.
Después de la tranquilidad mostrada ante Zizou Bergs (6-4, 6-3) tras la tormenta vivida ante Sebastián Báez (6-4, 6-2) por ese maltrecho tobillo, Alcaraz tenía la oportunidad ante Brandon Nakashima de certificar que su tobillo está perfecto, al igual que su tenis. Y lo demostró en el primer juego del partido, rompiendo el servicio del estadounidense con ataque, ataque y más ataque.
Con esta receta y una intensidad altísima ahogó las intenciones de Nakashima que se vio obligado a comenzar a remolque y a intentar frenar el ímpetu del español, imparable en los últimos dos meses. A pesar de la situación, el estadounidense conseguía capear en cierta forma el temporal manteniendo sus siguientes servicios.
Una obra de arte desde el inicio del partido
El problema es que Alcaraz era inabordable con su saque, ganó el 100% de los puntos con su primer servicio en el primer set, un dato demoledor. Después la derecha desprendía fuego y las gradas japonesas solo hacían que aplaudir las genialidades del español, al que se le veía disfrutando y controlando el partido en todo momento. El segundo break iba a ser cuestión de tiempo y en el séptimo juego el murciano pegó el picotazo para romper y después sentenciar un primer set más que completo por 6-2 en apenas 30 minutos.
La derecha de Alcaraz dominaba todos los puntos. En el momento en el que el estadounidense dejaba una bola a media pista, el español no dudaba y atacaba sin piedad. También le acompaña un revés fiable y terminaba la primera manga con 18 golpes ganadores.
Con estos registros, poco más podían mejorar las prestaciones de Alcaraz y mucho tenía que mejorar Nakashima. Así que subió el nivel el estadounidense en el inicio del segundo set. Parecía que iba a ver más historia que en el primero, hasta que el español dijo basta y con un derechazo cruzado en el quinto juego quebraba para acercarse un poco más a las semifinales en Tokio.
A partir de ese momento, el duelo estaba prácticamente finiquitado. Carlitos no bajó de marcha, siguió engordando sus estadísticas con el servicio y golpes ganadores, y continuó con su obra de arte hasta el final (6-2, 6-4), mientras que Nakashima por mucho que luchara, salvó tres bolas de partido con su saque, se rendía ante la evidencia de que, hoy por hoy, Alcaraz no tiene rival.