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Daniel Altmaier es una rara avis en el circuito ATP actual. Revés a una mano, estilo de juego camaleónico y adaptable al rival, búsqueda de ángulos cortos y mover al oponente con bolas con peso en lugar de atacar con potencia la primera o segunda bola… a sus 27 años, su ya dilatada carrera en la élite podría hacer pensar a alguno que en su carrera ya se han vivido los mejores momentos, pero los números refutan esta máxima: 2025 es la temporada más ganadora del alemán, con 18 triunfos (hasta ahora) a nivel ATP y la vuelta al top-50, encontrándose actualmente a solo tres puestos de su mejor ranking histórico.
Pero Daniel Altmaier es un tipo ambicioso, un jugador tremendamente competitivo que disfruta al encarar grandes desafíos. Es difícil encontrar uno mayor que el que se le viene por delante mañana: en primera ronda del ATP Viena 2025, un Jannik Sinner con el que comparte una historia llena de mágicos capítulos y una rivalidad, a pesar de las diferencias en el ranking, bastante emocionante.
El cara a cara es de 2-1 para el italiano, pero podría decirse que el germano se hizo con la victoria más importante: un inolvidable partido en Roland Garros 2023 de más de cinco horas de duración y en el que salvó dos bolas de partido, un encuentro que todavía dibuja en una sonrisa en su rostro. «Aquella fue una gran victoria, desde luego. Sin embargo, desde aquel entonces él se ha convertido en un tenista muy consistente que ha dominado el circuito junto a Alcaraz. Eso es un hecho. Es algo que hay que respetar. Me encanta ver qué hacen otros jugadores para convertirse en tenistas tan irregulares. Soy alguien que analiza constantemente a sus rivales y trata de escoger sus mayores virtudes para aplicarlas en mi tenis», señala a ATP un Altmaier que se considera a sí mismo un estudioso del tenis, si bien a sus 27 años todavía opina que su identidad como jugador no está definida aún.
«Creo que tengo diferentes estilos de juego en los que estoy trabajando para convertirme en un mejor jugador. Uno de ellos es una versión agresiva, y la otra una versión un poco más paciente. El aspecto mental también es crucial. He mejorado mucho como jugador este año, tanto a nivel mental como a nivel personal, he ganado más partidos y ahora soy más regular. Los próximos tres o cuatro meses me van a dar la oportunidad de subir aún más», señala con orgullo el alemán, que tiene entre ceja y ceja superar la barrera del #47, su mejor ranking hasta ahora.
Para Altmaier, enfrentar a Jannik Sinner en Viena será un partido muy especial
El partido en París quedó atrás, como bien indica Daniel, y el historial más reciente nos lleva al Masters 1000 de Shanghái, donde Jannik maniató al germano y le venció en un claro doble 6-3. Ahora, Viena ofrece la oportunidad de una revancha muy codiciada, un partido en el que Altmaier destaca la importancia del aspecto mental tras una temporada tan larga. «Estamos a final de temporada, así que este partido va a ser mucho más exigente a nivel mental. Voy a sentarme con mi equipo y ver cuáles son las mejores tácticas para iniciar el encuentro. Conforme avance el duelo, también ajustaremos».
Más allá de la táctica, si hay algo que enciende la llama competitiva en Altmaier es la sensación de poder cobrarse la revancha ante alguien tan exitoso como Jannik. «Encaro este partido con una actitud realmente positiva. Siempre soy alguien que busca ganarse la revancha lo antes posible. Soy ese tipo de persona al que le enciende el desafío de tomar revancha, es algo que siempre saca lo mejor de mí mismo. Tengo muchas ganas de que llegue este partido. Además, habrá mucho público, hay muchos aficionados alemanes aquí en Viena… sinceramente, tengo muchas ganas». ¿Podrá Daniel volver a hacerse gigante o se impondrá la lógica? Mañana lo descubriremos.