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Iga Swiatek regresó a la competición en Seúl y lo hizo con un triunfo sanador, una victoria para reafirmar su evolución a lo largo de un año de grandes noticias. No solo eso: la forma en la que tumbó en la final a Ekaterina Alexandrova, tras perder el primer set por 1-6 y sin encontrar su mejor versión, convirtió el título en una demostración de fuerza mental, algo que fue mucho más allá del tenis.
Ahora, Iga Swiatek se presenta en el WTA Pekín 2025 como la gran candidata a un título que ya conquistó hace un par de temporadas. Ella misma admite en rueda de prensa que aquel trofeo llegó en el momento justo, un bálsamo tras varias decepciones que la hizo volver a confiar en su tenis: este año querrá firmar el doblete en un torneo en el que parte como número uno tras la baja de Aryna Sabalenka. Precisamente sobre el lugar más alto del ranking también tuvo palabras la polaca.
– Sobre cómo afronta Pekín tras ganar en Seúl, especialmente si hablamos de descanso y energías (no ha habido tanto tiempo de recuperación)
«Sinceramente, no he podido reflexionar mucho porque sabía que iba a tener un día de descanso tras la final, así que me pasé 12 horas caminando por Seúl ya que quería ver la ciudad. Había escuchado cosas muy chulas sobre ella y durante el torneo no tuve tiempo de descubrirla, ya que en los días de descanso siempre llovía. Solo ayer pude reflexionar un poco sobre el torneo: feliz por haber sacado fuerzas de flaqueza en la final. Aunque no fuese un partido perfecto, lo gané. Y eso no pasa tan a menudo. Normalmente me siento bien con mi tenis y gano, pero las sensaciones al inicio de esta final no fueron buenas, y fui capaz de darle la vuelta. Esa es la mayor conclusión que saco de Seúl, aunque en general fue una gran experiencia, espero volver porque me lo pasé muy bien».
– Tras el título en Seúl, sobre las posibilidades de volver al número uno y si es un objetivo de cara a lo que resta de temporada
«Diría que el número uno es algo que siempre tienes en un rincón de tu mente, pero que no es tu prioridad. Yo sé que en cuestión de rankings no importa mucho si eres número 2 o número uno, solo son números, pero no cambia el hecho de que debes sentir tu tenis y centrarte en tu evolución dentro de la pista, ya que los resultados seguirán a todo eso. No me centro en ello, no. Es una situación diferente a la del año pasado, cuando no fui capaz de defender el número uno, sí, así que estoy feliz por poder luchar por él, pero mi foco está en lo relacionado con el tenis y en cómo me siento dentro de la pista».
– Sobre el cambio en el calendario de la Billie Jean King Cup, ahora al principio de la gira asiática y disputándose en Shenzen
«No he hablado sobre el torneo con mis compañeras porque no lo jugué. En cuanto al lugar en el calendario, es una buena decisión, porque para una jugadora que no disputa las WTA Finals es complicado sentirte dentro de la temporada en noviembre, donde se jugaban antes, y no poder irte de vacaciones. Quizás no debería hablar de las vacaciones, pero seamos honestos, no hay tiempo para ellas durante la temporada. Y nuestros cuerpos las necesitan también. Hay jugadoras que esperan, otras se van de vacaciones, entrenan un par de días y juegan el torneo, algo que no es ideal.
Sí, la verdad que el cambio es a mejor, pero hay una cuestión importante: que la ITF y la WTA se sienten juntas y permitan a las jugadoras no tener que disputar seis 500 de manera obligatoria, o cinco, porque si juegas las finales de la BJK Cup tienes una semana menos para hacerlo. Si la WTA pudiera tratarlo como otro torneo, quizás podría quitar uno de los 500 obligatorio, creo que eso estaría bien».
– Debutó en Pekín hace dos años… y ganó el título, siendo un lugar que le trae buenos recuerdos
«El torneo ha cambiado bastante. Llegué aquí después de Tokio, donde perdí en tercera ronda. Era un torneo más pequeño y fue una gran decepción, no me estaba sintiendo bien y estaba muy cansada por toda la temporada y lo vivido en el US Open. Incluso pensé en saltarme la gira asiática, pero mi equipo me dijo que no. Llegué aquí sin expectativas, incluso un poco tensa porque no había ganado ningún título y todo el mundo me juzgaba. No me lo pasé bien en los primeros entrenamientos. A lo largo del torneo, sin embargo, sentí que la superficie y las bolas me iban como anillo al dedo. Jugué un partido increíble ante Caroline Garcia, superigualado. Tras ese partido dejé ir toda la tensión y me centré en jugar a un gran nivel de tenis. Este torneo siempre me ha levantado los niveles de energía, porque el último tramo de la temporada no es fácil, te sientes cansada, pero tienes que hacer un último esfuerzo. Sí, Pekín cambió la dinámica y la inercia para mí».