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Dicen que no hay mal que cien años dure, aunque este ha durado dos temporadas y media. Es el tiempo que ha tenido que esperar Daniil Medvedev para volver a vestirse campeón, objetivo conquistado este domingo al vencer a Corentin Moutet en la final del ATP Almaty 2025.
Aunque fuera un torneo de la mínima categoría dentro del circuito profesional, el ATP 250 de Almaty, lo cierto es que muchos no iban a encontrar un mejor plan para este domingo 19 de octubre. En la final se enfrentaban Daniil Medvedev y Corentin Moutet, dos tenistas que más allá del momento de forma que arrastren, siempre apetece ver. El ruso llegaba echando humo por las orejas, sin confianza desde tiempo, incapaz de ganar un torneo individual desde mayo de 2023. El francés, en cambio, llegaba lanzado tras una temporada de confirmación, tocando su mejor ranking de siempre pero todavía sin inaugurar su palmarés. Es decir, que pasara lo que pasara habría noticia.
Y la noticia, para sorpresa de los más ortodoxos, es que el partido prometía mucho y no decepcionó. Un buen primer set, peleado, ajustado, donde el galo llevó a dominar por 4-2, pero al que le pesó demasiado la presión de verse dominando el marcador. Al final tuvo premio la paciencia y la constancia el jugador de Moscú, que le dio la vuelta a la tortilla para poner el 7-5. En la segunda manga, con la aparición de algunos problemas físicos, subió el nivel del drama y descendió el de nivel de juego. Perfectamente la balanza pudo haber cedido para un lado o el otro, pero esta vez fue Moutet quien aceleró en los metros finales. El 6-4 nos mandaba al asalto definitivo.
Estaba el pastel tan repartido que cualquier cosa podía pasar, incluso que un simple punto terminara por decidir el campeón. Quizá no fue así en el marcador, pero sí en la mente de ambos jugadores. Con Moutet sacando para empatar a cuatro en el tercer set, una carrera prodigiosa de su rival, ante una dejada imposible, puso en pie a todo el estadio. Se cayó abajo la grada, pero Daniil sería tranquilo, inmaculado todo el encuentro, con un carácter estoico tan llamativo que apunta hacia qué dirección quiere seguir evolucionando. Un punto escandaloso que dejó a Corentin contra las cuerdas. Break de Medvedev y oportunidad de oro para cerrar el triunfo. Obviamente, un jugador de su talla no iba a dejar escapar este tren (7-5, 4-6, 6-3). Después de 29 meses de sufrida sequía, hoy podemos decir que Daniil Medvedev vuelve a ser campeón.
– Medvedev y un título que pone fin a un desierto de dos años y medio
Es curioso que, pese a que ese triunfo no le suponga ni una pequeña mejora dentro de la clasificación, podemos estar ante el gran punto de inflexión en la carrera de Daniil Medvedev. Para empezar, porque este trofeo supone enterrar dos años y medio de sinsabores, de frustración y, sobre todo, de verse incapaz cada vez que llegaba el momento de la verdad. Hubieran sido siete finales perdidas de manera consecutiva, pero el ruso se puso serie. Ahora que vuelve a sonreír y tiene un nuevo equipo, habrá que contar con él para este final de temporada. Y mucho cuidado porque todavía no está descartado para las Nitto ATP Finals.