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Los momentos finales del partido por el título en el ATP Cincinnati 2025 entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner fueron, sin lugar a dudas, extraños. Ver al italiano tan bajo de energías físicamente, sufriendo, y eligiendo retirarse tras apenas cinco juegos de partido dejaron al espectador con un sabor de boca agridulce. Fue la final más olvidable de todas las que han jugado este año número uno y dos del mundo, y así lo percibió también el murciano, que fue a consolar a su amigo y rival, colocándose junto a él en su banquillo y ofreciéndole palabras de afecto.
A ojos del mundo, claro, esto se convirtió en un gesto que recorrió las redes sociales y mostró el buen corazón de Carlos Alcaraz, más pendiente de hacer sentir mejor a Jannik Sinner en la derrota que de celebrar un nuevo gran título en su palmarés. La imagen fue señalada como un acto de caballerosidad, una demostración de que entre los dos mejores del planeta existe un reconocimiento y estima mutuo que traspasa cualquier tipo de rivalidad deportiva. Todo positivo, vaya… hasta que nada más y nada menos que Andy Roddick ha mirado a este momento con un prisma totalmente diferente.
«DEBERÍA ALEJARSE DE ÉL»
Y no lo dice porque quiera crear ningún tipo de enemistad entre ambos, no. El de Nebraska recapituló el torneo estadounidense en su podcast Served e hizo referencia a este momento con una opinión completamente diferente. ¿Por qué acercarte a un rival que está enfermo? Algo así pensó Andy… y no tuvo problemas en verbalizarlo de manera más tajante.
«Creo que el único error que Carlos cometió a lo largo de toda la semana fue su proximidad con Jannik a la conclusión de la final, cuando empezamos a sospechar que Jannik no se sentía bien. Quizás fuese algo de un día, pero no me importa: no debió darle un abrazo en la red. Me encanta que estos dos tipos sean de lo más caballerosos, que tengan esa clase, pero si yo fuese el entrenador de Carlos, le diría que se alejase de él, que no estuviese cerca, que no fuese a chequear si está bien, que se saltase las fotos juntos. Carlos, ¡aléjate de él si está enfermo!», señalaba el estadounidense, preocupado porque el murciano pudiera contagiarse de la enfermedad de Jannik.
«Si hubiese contraído un virus que podría reproducirse en su cuerpo durante cuatro o cinco días, la preparación para el US Open se complicaría mucho más», esgrimía como principal argumento un Roddick que también tuvo palabras bonitas para el de El Palmar, afirmando que se encuentra en un estado de forma «sensacional» y poniendo en valor el hecho de que haya llegado a la final en los últimos siete torneos que ha disputado. El US Open 2025 servirá como nuevo test, quizás, para ver cómo de cariñosos están Jannik y Carlos… si no hay virus de por medio que lo pueda impedir, por supuesto.