
¿No os parece que los clubes Euroliga están apostando este verano por huevos Kinder de la NBA por encima de sus posibilidades? Devonte Graham, Chuma Okeke, Cole Swider, Richaun Holmes, Brandon Boston, Shake Milton, Jeff Dawtin, Hamidou Diallo… La lista continúa, y más que lo hará en las próximas semanas, empezando por el Madrid, que teóricamente peina estos días el mercado de descartes USA en busca de un exterior con el que cerrar la plantilla.
Los llamo huevos Kinder porque carecen de experiencia europea previa y por tanto su adaptación y rendimiento es una incógnita. La mayoría tiene el potencial pero también escaso bagaje competitivo reciente, entre pachangas en la G-League o minutos de la basura NBA. El de más currículum de la lista es Devonte Graham, pero lleva más de 16 meses sin jugar un partido de baloncesto, que suponemos que por algo será.
Pues los huevos Kinder se han convertido en moda este verano en la Euroliga. Tyrese Rice habla de un cambio de paradigma. Uno particularmente llamativo en equipos de primer nivel, contenders, que solían evitar (sobre todo en verano) el riesgo por adaptación que lleva aparejado este tipo de incorporación. Dejaban que ese riesgo inicial lo asumieran equipos menores. Al final, el dinero no solo compra nivel sino también certidumbre.
Causas varias que veo de esta tendencia…
> Descuento divisa. Los contratos con los jugadores USA se negocian en dólares netos y el euro está fuerte frente al dólar: +16% en lo que va de 2025, y en sus valores más altos en tres años y medio. En otras palabras, fichar en USA tiene ahora descuento.
> Aciertos recientes. El más llamativo es Kendrick Nunn, seguramente el mejor jugador de la competición a día de hoy. Pero también pienso, entre otros, en los fichajes de bajo coste de Metu y Jabari por el Barca, o la llegada Carlik Jones a Partizán.
> Aumento de la demanda. La ampliación de la Euroliga a 20 clubes ha incrementado la competencia. Hemos cambiado al Alba Berlín, equipo netamente formador/vendedor, por el Hapoel, el Dubai y el Valencia, equipos compradores, nuevos actores en el mercado con medio roster por hacer y dinero fresco. Más competencia que, para sorpresa de nadie, se ha traducido en inflación. El talento con experiencia en Europa se ha encarecido, los Micic, Musa, Darius Thompson, Elijah Bryant, Petrusev, Kabengele, Oturu, Kam Taylor, Avramovic, Chris Jones, etc.
Si os fijáis en la lista, todos salvo Micic han salido del tradicional caladero de referencia de los equipos Euroliga en verano, a saber: la Eurocup-BCL, las ligas nacionales europeas y otros equipos Euroliga de menos presupuesto. Así que esa veta está ya explotada y para encontrar talento a precio justo toca abrir el rango de búsqueda. Cruzar el charco.
El Madrid es un claro ejemplo. Tiene cubiertos los grandes salarios de la plantilla con Tavares, Campazzo y Hezonja, en menor medida Deck y Maledon, y con la masa salarial restante no da para pujar por los grandes nombres del mercado europeo. Así que apuesta por opciones más ‘exóticas’ procedentes de la NBA, donde el dinero cunde más, aunque también asumes más riesgo. Porque, no nos engañemos, Okeke es un melón por abrir, una moneda al aire. Ya sabéis, Cornelie en Youtube parecía el prototipo de cuatro moderno…
Pros y contras de pescar en USA
Cláusulas de salida. El mercado de descartes NBA tiene recorrido pero también su propia idiosincrasia, no siempre fácil de metabolizar para las orgullosas aficiones y directivas de los contenders europeos. Por ejemplo, para estos jugadores la Euroliga es siempre un plan B, un segundo plato, el mal menor. Eso implica que los mejores te van a exigir una arquitectura de cláusulas de salida más compleja y flexible.
La paja y el trigo. El ecosistema NBA es amplio si le sumamos la G-League, y las diferencias de nivel entre jugadores lógicamente también. Distinguir entre la paja y el trigo está dando lugar a una nueva profesiòn en los clubes Euroliga, la de scouter especializado en mercado USA. Al final, si la mitad de tus fichajes van a ser melones por abrir necesitas al menos un catador de melones. Así se explica la llegada a la dirección técnica del Madrid de Pocius, con amplia experiencia como scouter en Denver Nuggets. Mi teoría, en todo caso, es que por muchos informes y vídeos que prepares, el éxito en estos fichajes implica un enorme grado de factor humano / azar, por la adaptación deportiva a un basket diferente y personal a la vida en otro continente.
El tipo de perfiles. En los márgenes de la NBA reside mucho talento pero no está repartido de forma homogénea por posiciones. Por ejemplo, el perfil de jugador que más produce EEUU es el combo anotador / zumbón. La competencia para asentarse en la NBA desde ese perfil es enorme y necesariamente se quedan fuera jugadores muy interesantes, así que para los equipos europeos es más fácil pescar y acertar en ese nicho. Luego hay otra subcategoría muy apreciada en Europa, sobre todo en países con política de cupos en su liga nacional, y es la de los interiores con pasaporte Cotonou.
El timing. Este es casi el principal dolor de muelas para el director deportivo. Porque siempre puedes encontrar jugadores NBA sin equipo o pululando por G-League, esperando su oportunidad. Pero no todos son iguales, claro. En julio-agosto, por ejemplo, puedes pescar perfiles nicho para Euroliga, opciones interesantes, pero difícilmente jugadores de impacto inmediato o estrellas en potencia. Por pura lógica, las mejores oportunidades (o sea, los Nunn) surgen en septiembre-octubre, los últimos descartes de las franquicias justo antes de empezar el curso en USA. O directamente a mitad de temporada, jugadores cortados en un traspaso múltiple. Pero ese timing tiene mal encaje con los equipos Euroliga, que perfilan las plantillas en primavera, las cierran en julio-agosto y empiezan a competir en septiembre. Al margen de que llegar a mitad de curso complica todavía más la adaptación, pregunten a Bruno Fernando.
En resumen, cuanto más esperes, mejores oportunidades puedes conseguir. Pero, claro, hace falta sangre fría como director deportivo para condicionar la planificación de la plantilla (el trabajo por el que te juzgan) a un fichaje en octubre, a curso empezado, del que tampoco tienes garantías. Que igual cristaliza que se te cae en el último minuto porque el jugador recibe una propuesta NBA random. Te deja compuesto, sin novia y la plantilla coja. Así que lo habitual es que para cuando surgen (o no) esas oportunidades premium la mayoría de clubes tengan ya comprometida la masa salarial y solo salgan a mercado de forma reactiva, para cubrir lesiones largas de jugadores importantes.
Como conclusión, y trayendo el tema a la actualidad del Madrid, el escenario más probable me parece que el fichaje pendiente pueda retrasarse hasta septiembre. Máxime cuando, una vez con Maledon ya fichado en ese puesto, lo que pueda venir será más una guinda al pastel que una necesidad imperiosa.