La temporada 2007 quedará para los canales de historia de la Fórmula 1 y del equipo McLaren en particular por las enormes tensiones que se vivieron entre un Fernando Alonso y Lewis Hamilton que se encontraban luchando por un campeonato que finalmente no consiguieron al no saber aprovechar el potencial del mejor monoplaza de la parrilla debido a las enormes tensiones que siempre hubo en el equipo, fruto de las disputas internas.
Mark Slade, ingeniero de Fernando Alonso en McLaren en 2007, ha señalado a Lewis Hamilton y a su padre de haber provocado que hubiera un ambiente irrespirable dentro del equipo aquel año. El británico tiene claro que el asturiano no tuvo ninguna culpa de lo ocurrido y sólo le dedicó buenas palabras.
«Fue una verdadera pena porque era un piloto brillante y un activo valioso para el equipo. Fue una pena que no funcionara. Es un fenómeno. Es la persona con más determinación que he conocido nunca. Tiene un deseo absoluto y un hambre de tener éxito. Es lo que le consume por dentro. Disfruté mucho trabajando con él. En los test se plantó temprano en el motorhome solo para darme un abrazo, era muy especial. Fernando era un buen tipo, no era para nada sucio. Lo que sucedió fue iniciado por el clan Hamilton, Lewis y su padre», comenta Mark Slade.
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