Los Piratas de Pittsburgh en plena Segunda Guerra Mundial era una de las ultimas franquicias originales que se unía a la oleada que le daba la bienvenida a un pelotero latinoamericano en ver acción en las Grandes Ligas. Hoy es la franquicia mejor conocida por uno que vistió el número 21 y precisamente sobre 21 latinos sean de nacimiento o ascendencia han vestido su uniforme Bucanero.
En 1943 el cubano Tony Ordeñana tuvo su pocillo grandes liga en un solo partido. El campocorto de Guanabacoa conecto en su único partido de 4-2 con 3 carreras impulsadas. Era el último juego de esa temporada frente a los Phillies de Philadelphia. Por cierto, era el primer Pirata en la historia.
Los calendarios pasaron y no fue hasta 1953 que arribó el segundo latino en vestir la franela Pirata. Ese fue el boricua Carlos Bernier. Nombre más que por su forma de jugar es todavía hoy puro debate en que fue el primer jugador de la raza negra en jugar para la franquicia de Pittsburgh.
En 1954 el puertorriqueño Luis Márquez fue el tercer latino, pero apenas el cuarto en la historia también de tierra borincana es el que va a dar el bote. Ese es Roberto Clemente. Un joven pelotero que mucho vio en el Branch Rickey y por $4,000 se lo arrebato a los Dodgers de Brooklyn. El resto es historia.
Roberto Clemente considerado por muchos como la primera super estrella latina es tan sinónimo que no hay “fan” en Pittsburgh que no conozca al gran ídolo Pirata y todavía hoy día muchos van a los partidos con el jersey 21 al PNC Park en el North Shore.
Clemente abrió las puertas del latinoamericano en una ciudad que más era conocida por ser la ciudad del acero. Fue figura clave en dos campeonatos de Serie Mundial en 1960 y 1971 en cuales en los 14 partidos combinados tuvo al menos un indiscutible en cada juego. En la del 71’ finalmente se le reconoció su lucero como Jugador Más Valioso.
Ese 1971 la franquicia de Pittsburgh era completamente otra. No solo era Clemente sino sus ocho a su lado en el diamante eran latinos o negros. Fueron los corsarios la primera franquicia en la historia del béisbol mayor en tener una línea llamada de minoría.
Hoy es hoy y cierto el último campeonato mundial fue en 1979 pero aquel conjunto rey también tuvo figuras latinas que todavía son claves en la historia de su equipo.
Esas figuras de aquel conjunto campeón “We Are Family” lo son John Candelaria y Omar Moreno. Hoy es hoy y volvemos a tomar que es ya tiempo de honra de ambos y bien esperamos el año 2026 sea el de sus exaltaciones al Salón de la Fama de los Piratas de Pittsburgh.
Los Piratas inauguraron en el 2022 su propio salón. Sus ensalzados están sus placas por la entrada del jardín izquierdo del PNC Park. Al presente 29 están enaltecidos en tan exclusivo grupo al cual pertenecen para la eternidad Roberto Clemente y Manny Sanguillén.
En el 83 aniversario de latinos la venidera temporada es hora de que tengan en cuenta en la votación para la Clase 2026 sean exaltados John Candelaria y Omar Moreno. Repetimos sus récords con la franquicia son de merecer de honor.
Que así sea. Let’s Go Bucs! El tiempo nos dirá.