A pesar de llegar a Singapur con el impulso de dos victorias consecutivas en Monza y Bakú, Max Verstappen se muestra muy cauteloso. El cuatro veces campeón del mundo, manifestó abiertamente sus reservas sobre la capacidad del RB21 para dominar el exigente trazado callejero de Marina Bay, una pista que históricamente ha representado un obstáculo significativo para Red Bull.
Verstappen, que recientemente se reincorporó a la lucha por el Campeonato Mundial, reconoció que las características de las últimas victorias favorecieron las fortalezas del monoplaza. Sin embargo, el Circuito de Marina Bay, con sus múltiples curvas lentas, exige una configuración de alta carga aerodinámica y somete a los neumáticos a un riguroso estrés, factores que, según el piloto neerlandés, no se alinean con las virtudes principales del RB21.
«Las dos últimas carreras fueron de baja carga aerodinámica, baja inclinación. Aquí los neumáticos son mucho más exigentes, con mucha carga aerodinámica. No estoy seguro de que nuestro coche sea el mejor con esa configuración», declaró Verstappen.
La preocupación del piloto neerlandés se intensifica al recordar que durante el pasado Gran Premio de Zandvoort, otra pista con alta exigencia aerodinámica donde Red Bull no pudo brillar a principios de esta temporada. El piloto de Red Bull, recordó además la edición del año pasado, donde, a pesar de terminar segundos, la distancia con la punta fue considerable. Mientras McLaren sigue siendo el equipo a batir a pesar de su reciente tropiezo en Bakú, aunque se muestra cauteloso, pero está listo para cualquier escenario que se presente.
«No fuimos especialmente fuertes allí, así que espero que no sea así [en Singapur]», sentenció.
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