
🎾 Granollers/Zeballos vs Salisbury/Skupski
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Alexander Zverev cayó en cuartos de final del ATP Roma 2025 ante un inspiradísimo Lorenzo Musetti, en un duelo en el que no encontró lo que buscaba: confianza y una victoria de nivel antes de afrontar Roland Garros 2025. El objetivo sigue siendo París, pero el germano llegará en un momento valle en el que solo un título en Múnich da brillo a tres meses de más tropiezos que alegrías. El último traspié, además, generó un enfado morrocotudo en el alemán, cansado de atajar el que ya parece un problema infinito: el de las pelotas.
Y es que, según Sascha, el torneo italiano ha adoptado unas bolas completamente diferentes a las de eventos anteriores, a pesar de que el fabricante (Dunlop) y el modelo son, en principio, exactamente iguales. El alegato del germano, amplificado al caer en unas condiciones nocturnas que añadieron un extra de lentitud al juego, fue demoledor y puso en relieve el hastío que siente con respecto a este asunto.
«Las pelotas hoy fueron un auténtico desastre, eran demasiado grandes. Llevamos hablando de esto durante los últimos tres o cuatro años, pero el problema sigue ahí. Jugamos con ciertas bolas en Montecarlo, Madrid, Múnich, pero llegamos a Roma y todo cambia. Aquí las pelotas son enormes, son difíciles de mover, difíciles de que salgan despedidas de la raqueta. Para alguien como yo, que busca puntos rápidos con el saque y golpes agresivos, no es nada fácil», sentenció el germano en unas palabras para Ubitennis, pasando a desgranar un partido en el que, según él, Musetti no hizo nada distinto o especial a lo que suele estar acostumbrado.
«Tuve cuatro bolas de set en el primer parcial, todas con mi servicio. Normalmente, en esas situaciones yo me llevo el set. Hoy, sin embargo, fue complicado. No podía conectar golpes ganadores, la pelota no me salía despedida. Musetti hizo su papel, como siempre en tierra batida: se defiende bien, espera al error del contrario. Su estilo no cambia demasiado, siempre es el mismo, pero hoy le favorecieron las condiciones«, matizó un Sascha que, desde luego, no quedó para nada convencido del nivel de su verdugo en la noche italiana.
¿Y AHORA, QUÉ?
Hacer una reflexión del torneo resulta todavía difícil para un Zverev que, recordemos, sufre unas fatales consecuencias a causa de esta derrota: baja al número #3 del ranking, lo que le asegura estar en el lado del cuadro de Sinner o Alcaraz para Roland Garros, y falla en la defensa del título conseguido el año pasado. «En comparación con el partido de ayer ante Fils, donde jugué un partido de nivel muy alto, hoy el nivel bajó bastante, pero así es el tenis. Hay días en los que las cosas no salen como te gustaría. Ahora me toca mirar hacia delante, planear mi camino hacia París bien y estar listo para el torneo más importante de la gira de tierra». ¿Logrará revertir esta mala dinámica y sorprender haciendo historia París? La empresa parece más difícil que nunca, pero solo Sascha sabe si aún tiene guardado un as bajo la manga.