La gira norteamericana de pista dura le trajo a David Ferrer una de esas victorias que parecían quedar algo más lejos en este momento de su carrera, a punto de decir adiós al tenis profesional. Ganar a Sascha Zverev fue un gran colofón a su relación con la pista dura, antes de embarcarse en los dos últimos torneos de su vida: Conde de Godó y Mutua Madrid Open. El de Jávea repasó en Radio Marca cómo está viviendo todas las emociones surgidas en estos momentos.
«Obviamente ganar a Zverev es algo que me ha hecho mucha ilusión», reconocía David al comenzar la charla. «En mi último año como profesional poder ganar a un jugador como él, ha sido muy bueno. Pero en general mis sensaciones han sido buenas, mi objetivo era ese, prepararme para dar un buen nivel en los torneos que me quedaran».
Al borde de la despedida definitiva, y lejos del cariño que recibirá en su país, David admitía que lo que más ha valorado de estos últimos torneos es el cariño que la gente y los torneos le han dedicado, lo que también ha sido complicado de gestionar. «No me esperaba recibir tanto cariño de tantos torneos, compañeros y aficionados. En ese aspecto ha sido algo increíble, y emocionalmente me ha costado porque antes de cada partido ponen imágenes tuyas, y eso te puede desconcentrar algo, pero he intentado separar esos momentos y aprendiendo a saber llevarlo para cuando acabe poder manejar todo eso».
«Me encantaría jugar mi último partido en el Godó o en Madrid contra Rafa»
Ferrer no quiere ponerse aún en el último día, en el Mutua Madrid Open. «Intento no pensar demasiado en el último día, intento ir día a día, no pensarlo. Va a ser muy emotivo, muy especial, acabar en casa, en Barcelona y Madrid, van a ser momentos muy bonitos, peor ahora estoy centrado en trabajar, mejorar el día a día y hacer buenos resultados. Cuando llegue el día del homenaje, lo disfrutaré con mi familia lo máximo que pueda».
Afirma que al final su esencia ha sido luchar cada punto, saber llevar los momentos importantes, y eso le ha hecho ser regular, de eso se siento muy feliz, porque ha ganado muchos partidos. No ha sido un jugador inconsistente, y eso es complicado, mirando atrás, valoroa todo. «Cuando estás metido dentro del circuito no piensas tanto en valorar algunas cosas».
Dada su experiencia y viendo todo con una perspectiva más relajada, David valoró algo que está comenzando a cambiar en el circuito: el calendario. «Creo que el calendario es excesivo, es una carga que hace que muchos jugadores se lesionen. Por suerte, se están haciendo algunas cosas mejor a nivel de formatos, como la nueva Copa Davis, creo que es importante. hay mucho por hacer pero esperemos que así sea y que los jugadores tengan un calendario no tan ajustado, y que eso sea bueno para todos».
Por último, un deseo que no esconde, despedirse, porque no, con un partido ante Nadal. «A Rafa lo veo bien, si no tiene un problema de lesiones, es sin suda el gran favorito en tierra batida, y también en pista rápida, y esperemos que así sea, que haya Rafa para unos cuantos años más. Y la verdad es que me encantaría jugar mi último partido en el Godó o en Madrid contra Rafa».