Este domingo el Arsenal dilapidó otra ventaja de dos goles y tuvo que conformarse con un empate 2-2 ante West Ham, resultado que suscita más dudas sobre el temple del líder.
Una semana después de igualar contra Liverpool con un marcador idéntico, el equipo de Arteta repartió puntos contra un rival amenazado por el descenso.
No es un buen hábito a estas alturas de la temporada, sobre todo cuando el Manchester City no para de ganar. Tanto en Anfield como en el Estadio de Londres, Arsenal se desmoronó a la primera señal de adversidad.
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Gabriel Jesús y Martin Odegaard adelantaron a Arsenal al cabo de 10 minutos, pero los goles Said Benrahma y Jarrod Bowen decretaron un empate que nada más sirvió para que los Gunners incrementasen a cuatro puntos la diferencia contra el City, su perseguidor inmediato.
Los reinantes campeones de la primera división inglesa tienen un partido pendiente y recibirán a Arsenal en el estadio Etihad a fin de mes.
Arsenal no evidenció señales de presión en los primeros compases el domingo. Jesús abrió la cuenta a los siete minutos y Odegaard aumentó a los 10.
West Ham se enchufó en el partido cuando Gabriel derribó a Lucas Paquetá dentro del área y el árbitro David Coote pitó penal. Benrahma lo transformó a los 33 para el 2-1.
Los visitantes pagaron caro su error casi que de inmediato cuando Bowen empató con una definición de volea a los 54.
Fue la misma historia de la semana pasada: Arsenal se puso al frente 2-0 en Liverpool, pero el club de Merseyside reaccionó para rescatar el empate.
AP