Proveniente de familia hípica, el joven látigo falconiano Hemirxon Medina incursionó en el hipismo desde pequeño, ya que su padre José Domingo Medina “Cheominga”, también fue jinete y actualmente se desempeña como capataz de la cuadra de Juan Carlos de Abreu, en Hinava, dupla paraguanera por cierto.
Tal como reza el dicho: “Hijo de gato caza ratón”, Hemirxon aprendió mucho de su papá, al punto que antes de venirse a la capital logró un buen número de carreras, la estadística del pasado año en Paraguaná Park, con 16 fotos, que suenan pocas, pero con pocos corredores y programas, más bien la cifra es abultada y alentadora.
Ese logro lo llevó a convertirse en el jinete del año de óvalo falconiano, ese mismo espacio que ha dado grandes figuras profesionales de nuestro hipismo.
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El joven de apenas 17 años, ahora pensó en grande, dio un gran salto, ese que le obliga a enfrentarse a los mejores de la actualidad, así como a los más experimentados, de quienes por cierto tendrá que aprender, tanto a perder, como también a ganar, porque material y talento tiene en el ADN.
Es por eso que mañana da comienzo a una nueva etapa en su corta pero efectiva vida profesional, abriéndose paso en el complicado óvalo de La Rinconada, y lo hará con dos intervenciones, con Miss Barinitas y Nobel.