Noti- Deporte: Phoenix Suns, ¿cómo pueden mejorar? ¿y hasta dónde pueden llegar? Lo analizamos

Desde la llegada de Mat Ishbia a Phoenix como nuevo propietario, los Suns han sido uno de los grandes protagonistas del mercado NBA. Se hicieron con Kevin Durant a la semana de tener nuevo dueño y en verano decidieron cambiar a Chris Paul por Bradley Beal tras caer ante Denver en semifinales de conferencia. Monty Williams era despedido, llegaba Frank Vogel como entrenador y el proyecto de Devin Booker daba un salto más, ahora con tres estrellas y muchísimos jugadores de rol y contrato mínimo, con el objetivo de ganar el primer anillo de la historia de la franquicia. Y hasta la fecha, Vogel y su big-3 están sextos en el Oeste, lejos de los cuatro de cabeza, pero con una buena noticia: por fin hay salud en Phoenix. Y es todo lo que necesitan. Porque entre Beal, Booker y Durant suman 40 partidos de baja.

Inicialmente, fue Bradley Beal el problema, perdiéndose los primeros siete partidos. Volvió ante Chicago, pero duró solo tres noches y para entonces era Devin Booker quien estaba fuera por lesión. Era mitad de noviembre y solo Kevin Durant era fiable entre las estrellas de Phoenix, con solo dos ausencias hasta bien entrado diciembre. Volvía Devin Booker y con el regreso de Bradley Beal ante los Nets, por fin el big-3 debutaba. Era el vigesimocuarto partido de la temporada, 13 de diciembre, y la alegría iba a durar apenas dos partidos y un cuarto. Porque otra vez Bradley Beal volvía a la lista de lesionados ante los Knicks, perdiéndose dos semanas. Regresaba para los últimos dos partidos de 2023, dos triunfos de los Suns, y Phoenix cerraba el primer tramo de la temporada 17-15, octavos, en posiciones de play-in.

2024 empezó con KD lesionado, ausente en los tres primeros partidos del año, pero desde la noche de reyes, los tres han estado disponibles cada partido. Desde la derrota ante los Clippers, la paliza del equipo de Kawhi Leonard, Paul George y compañía, el equipo de Frank Vogel llegó a sumar ocho triunfos consecutivos antes de caer en Indiana la noche de los 62 puntos de Booker. Del 19-18 al 28-21, se han asentado como el favorito para llevarse la quinta posición y, por qué no, soñar con colarse en el top-4 si alguno de los favoritos baja el ritmo, algo complicado. Van a depender única y exclusivamente del rendimiento de sus tres estrellas: con ellos disponibles, han ganado 11 de los 18 partidos (y dos de las derrotas fueron en sus dos primeros partidos juntos).

Desde el inicio de la racha de ocho triunfos, Phoenix es el tercer mejor ataque de la liga (122.9 puntos por 100 posesiones) y la undécima mejor defensa (114.3 puntos por 100 posesiones). Con los tres sanos y en pista, los Suns son 12.20 puntos mejores que el rival, con un ratio ofensivo de 127.9, una diferencia comparable a lo que están haciendo Knicks o Cleveland en 2024 ante sus rivales, pasar por encima. Incluso con Kevin Durant y Devin Booker, dejando a Bradley Beal en el banquillo, son 11.8 puntos mejores que el oponente por 100 posesiones. El problema viene cuando se sienta Devin Booker: sin él, KD y Beal tienen un -21.1 y con los tres en el banquillo un -24.6 (en 25 minutos). La dependencia de sus estrellas es altísima, como era de esperar.

Hasta la fecha los Suns han ganado un 58.3% de sus partidos. Con Durant la cifra baja a 56.1%, con Beal supera el 62% y es Booker quien tiene el porcentaje más alto de victorias esta temporada, un 64.1% de los partidos que ha jugado. La sensación es que con ellos sanos, todo es posible. Por el camino le han ganado a Lakers, Miami, Indiana o Dallas, aunque se llevaron un buen varapalo en la pista de los Clippers. Y que con salud, ganar es una realidad muy probable. Aunque hay un problema todavía más grande en el equipo de Frank Vogel: el rendimiento en los últimos cuartos. Ese es el gran rompecabezas a resolver.

Los Phoenix Suns han sido irregulares durante toda la temporada, pero han mostrado una estabilidad en los cuartos periodos para ser estadísticamente horribles. En los doce últimos minutos de partido, el equipo se desmonta al completo, cayendo al peor net-rating de la liga. Por detrás de Memphis, Spurs, Detroit o Washington y seis puntos peor que Miami Heat, el segundo peor equipo. Su defensa es la sexta peor, su ataque el cuarto peor. Ni Kevin Durant ni Devin Booker pueden salvar el drama deportivo que son estos Suns, que aun así han conseguido un 13-13 en partidos decididos en el clutch (y están 7-4 en partidos decididos por 3 puntos o menos). ¿De dónde vienen los problemas? De prácticamente todos los registros del juego.

En ataque son las pérdidas el principal problema. Se puede plantear la duda de si la ausencia de un base natural, que no tiene efecto alguno en los primeros tres cuartos, trae consecuencias en los minutos calientes. Otro ejemplo de la falta de un líder es el cambio de ritmo. Phoenix Suns juega a 98.5 posesiones por partido en la primera parte, pero en el último cuarto baja a 94. Cambia el estilo ofensivo y eso es una señal clara de la falta de identidad, pero no es el mayor punto a solucionar. Son el segundo equipo que peor tira (50.1% tiro efectivo), en parte porque son uno de los conjuntos que busca lanzamientos más complicados. Durant, Beal y Booker son capaces de maquillar el problema por un tiempo, pero no para siempre, y se nota en los minutos finales. Tienes tres grandísimos jugadores, y con ellos, el equipo está en +1 en últimos periodos, pero no es suficiente.

Porque la defensa desaparece por espacios de tiempo importantes. Este año son el equipo que más veces han permitido al rival ganar el último periodo por 10 puntos de diferencia, en doce ocasiones diferentes, perdiendo diez de ellos. Más veces que cualquier otro equipo. Y las tres últimas han llegado los últimos 10 días: ante Indiana (28-17 y derrota), Orlando (31-13 y derrota) y Heat (31-18 y triunfo). La más dura, ante los Grizzlies a principio de año y con su big-3 sano. Llegaron al final del tercer cuarto ganando por 11, acabaron perdiendo el duelo 121-115. Son uno de los tres peores equipos en rebote y rebote defensivo, permitiendo al rival la segunda cifra más alta. Aquí es donde se nota el tamaño del equipo, con Eric Gordon o Grayson Allen actuando como quinto titular junto con las tres estrellas y Jusuf Nurkic.

Phoenix Suns necesita solucionar sus problemas si quiere realmente ser tratado como un contender. El nivel de sus estrellas no es uno de ellos, al contrario de lo que pudo suceder en Brooklyn cuando Durant se juntó con James Harden y Kyrie Irving, donde la salud evitó un posible anillo, pero sí que hay necesidades que cubrir en el mercado de traspasos. En todos los rumores de traspaso se apunta a la necesidad de un alero, un perfil como Miles Bridges, Dorian Finney-Smith o incluso Kyle Kuzma, demasiado caro para la billetera de Mat Ishbia. Pero necesitan algo, porque están 1-4 ante Nuggets, Clippers, Thunder y Timberwolves, los cuatro de arriba en el Oeste. Y se verán con uno de ellos en primera ronda de los playoffs seguro.

(la mayoría de datos estadísticos colectivos son antes de la derrota ante los Hawks)

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