Por Javier García
El ciclismo es sinónimo de pasión, salud y alegría, este placer muchas veces se vincula con la búsqueda del rendimiento óptimo. Es un hecho que cuanto mejor nos encontramos dando pedal más nos apetece y, por lo tanto, más lo disfrutamos. En este post te explicamos en que consiste la conocida zona 2. Una práctica imprescindible para los profesionales, pero también cada vez más extendida entre las grupetas de todo el mundo. Ir más tranquilos para ir más rápidos es el primer paso de esta praxis. El llano será el escenario ideal para fortalecer esta teoría.
La fórmula de que los grandes resultados se vinculan con grandes esfuerzos no es del todo correcta, nada más lejos de la realidad. Las sesiones a baja frecuencia cardiaca en zona 2 son vitales para lograr un mejor rendimiento. Estas salidas también minimizan el riesgo de desarrollar lesiones producidas por el estrés muscular. La zona 2 engobaría aquellas rutas conversacionales en una grupeta, es decir, cuando vamos hablando con nuestro compañero y tenemos que tomarnos un tiempo para respirar, seguramente estemos realizando un esfuerzo de z2.
💥 @Carlos_Verona sobre la importancia de la Zona 2 y el uso de los vatios y el pulsómetro 💥
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— Real Federación Española de Ciclismo (@RFECiclismo) March 11, 2024
La preparación polarizada es una de las grandes estrategias en el deporte de élite. Combinar una mayor parte del entrenamiento en esta zona, junto con una pequeña parte proporcional de grandes esfuerzos resulta útil. El ciclismo es el deporte aeróbico por excelencia, pongámonos un poco técnicos. Cuando salimos a dar pedal, nuestro cuerpo utiliza las grasas como principal fuente de energía. Fortalecer la zona 2 hará que mejore nuestra eficiencia energética, lo que nos hará ser capaces de utilizar esas grasas como combustible durante más tiempo.
Cuanto más tiempo se ponga en práctica esta fase mejor forma adquiriremos. Una de las claves de esta práctica es dejar los esfuerzos de alta intensidad para el final, al haber entrenado antes la parte más aeróbica llegaremos al tramo más duro con mucha menos fatiga. No hay que obviar que esta zona no es igual para un profesional que para un cicloturista promedio. Lo que para un Pogacar es una escala de esfuerzo del 4 o 5 para un amateur puede oscilar entre un 6 o un 7, cada cuerpo es un mundo.
Entrenar en este umbral no se entiende sin una meticulosa rigurosidad. Si decidimos hacer un tramo de una hora en z2 debemos mantener un ritmo constante sin sobresaltos. El balance entre watios y pulso son los dos grandes elementos que sostienen esta zona. Si a la mitad subimos la intensidad el cuerpo puede tardar cerca de media hora hasta volver al estado anterior al esfuerzo.
Es por esto por lo que uno de los grandes inconvenientes de realizar este entrenamiento es el aburrimiento o la monotonía. Un entrenamiento en grupeta vuelve a ser una gran solución. Este tipo de entrenamientos también interrelacionada con una mayor longevidad y es muy utilizado en otros deportes como el running. Desde el Tío del Mazo os preguntamos lo siguiente ¿Cuál es vuestra fórmula de entrenamiento favorita? ¿Utilizan la zona 2 en algún momento?