Decimos adiós a marzo con el Miami Open 2024, un torneo que siempre nos deja grandes titulares y mejores campeones. En esta ocasión fueron Danielle Collins y Jannik Sinner los triunfadores, la primera contra todo pronóstico y el segundo confirmando que actualmente no hay ningún jugador en mejor forma. Pero aparte de estas dos figuras, la actividad en Florida nos permite expandir un pequeño decálogo sobre las conclusiones más importantes que nos llevamos a la gira de tierra batida. Las repasamos continuación.
1. El mejor Sinner. Y no solamente la mejor versión, sino el mejor del momento en todo el circuito. Consumidos los tres primeros de la temporada, no hay ningún otro jugador o jugadora que esté brillando al nivel del italiano. Con sus tres títulos (Australia, Rotterdam, Miami) y una balance de 35-2 (Djokovic y Alcaraz fueron los últimos en superarle), todo apunta a que será cuestión de tiempo ver a este hombre liderando el ranking mundial.
2. Collins, una jugadora única. Estamos viviendo la creación de una pequeña jerarquía dentro del vestuario femenino, aunque siempre contaremos con esa lista de jugadoras acompañadas de un asterisco al lado. Es decir, jugadora que no dependen del ranking, que si tienen una semana inspirada son capaces de arrasar con lo que haya. Danielle Collins pertenece claramente a este grupo, tal y como demostró esta quincena, perdiendo un solo set en los seis siete partidos disputados. Un huracán incontrolable que ninguna encontró la manera de parar.
3. Agridulce Dimitrov. Por supuesto que el búlgaro puede irse satisfecho de Florida, no muchos pueden presumir de haber tumbado a tres top10 en fila en un torneo de Masters 1000. Grigor lo hizo estos días (Hurkacz, Alcaraz, Zverev), aunque la última prueba le vino grande. Un desenlace demasiado cruel, sumando apenas cuatro juegos, que empaña ligeramente su regreso al top10 y la alegría de ver que el revés a una mano todavía tiene cuerda dentro de la élite.
4. Rybakina, regular pero no determinante. Claro que es la que más partidos ha ganado esta temporada, la que más finales ha disputado y casi la que más títulos acumula… pero también es cierto que en las grandes citas suele gripar el motor. Campeona en Brisbane y Abu Dhabi, pero solo finalista en Doha y Miami. No son malos resultados, pero algo pasa en el cuerpo de la kazaja que en los grandes escenarios llega con la energía justa a las últimas curvas.
5. La asignatura pendiente de Alcaraz. Los cuartos de final fueron el tope de Alcaraz en su último torneo, superado claramente por un Dimitrov que llegaba con la lección táctica más que aprendida. Ya le había derrotado en Shanghái y aquí de nuevo saco el tarro de las esencias. Se confirma una vez más que el planteamiento previo a los partidos no siempre es el correcto, aunque también se le ha de dar mérito al búlgaro por firmar una de las mejores actuaciones de toda su carrera. Muchos incluso se acordaron de un tal Federer.
6. Swiatek, una líder muy humana. Sigue siendo la mejor del mundo, cuando está bien es imparable, además de mantener una distancia considerable respecto a sus perseguidoras. Eso no quita para que la polaca de vez en cuando pinche en hueso. ¿Que gana en Doha? En Dubái se ve sorprendida por Kalinskaya. ¿Que conquista Indian Wells? Pues en Miami, tortazo contra Alexandrova. Cierta irregularidad que no preocupa, simplemente la hace más humana y no tan inalcanzable para el resto.
7. Vida extra para el revés a una mano. Lo dábamos por muerto hace unas semanas y, de repente, ahí que aparece Dimitrov para recordarnos que el revés a una mano todavía tiene cabida en las finales de élite. Para recordarles a todos los niños que no se rindan, que sigan apostando por la creatividad y la singularidad de este golpe. Hoy el top10 vuelve a tener la magia de siempre.
8. Nuestras chicas, en alerta máxima. Son ya muchos meses sin que el tenis español femenino haga ruido en grandes eventos. De entrada, son poquísimas jugadoras las que tienen acceso a los torneos de WTA 1000, pero es que esas pocas jugadoras cuentan con un recorrido ínfimo una vez pisan el cuadro final. En este Miami Open, tan solo la victoria de Badosa sobre Halep nos hizo levantarnos del sillón. Desde ese momento, la más absoluta nada.
9. El relevo avanza a fuego lento. Otra cosa que se confirma es que el circuito masculino está ahora mismo dominado por cuatro jugadores de manera clara: Djokovic, Sinner, Alcaraz y Medvedev. Entre ellos andan repartiéndose la mayoría de títulos y grandes finales, ademaste ocupar las cuatro primeras posiciones, pero si miramos la vitrina nos daremos cuenta que es la #NextGen quien gobierna en las grandes plazas. Australia y Miami para Sinner; Indian Wells para Alcaraz. Veremos lo que sucede con la llegada de la arcilla, pero parece que por fin se está dando ese relevo que tantas veces anunciamos sin suerte.
10. La incertidumbre de Sabalenka. Y entre todo este cruce de titulares, récords, dominio de ciertos jugadores y ausencia de otros, una jugadora navega sin rumbo desde que conquistar Melbourne por segunda vez hace dos meses. Ella es Aryna Sabalenka, golpeada bruscamente en lo personal con el fallecimiento de su pareja, algo que le está costando la pérdidas de varias oportunidades para amenazar el reinado de Swiatek. Desgraciadamente, esto ahora mismo no es lo más importante.