Los grandes e inalcanzables récords en las Grandes Ligas


Los dos jonrones, cada uno con tres en bases por Fernando Tatis Padre, no son tan difíciles de batir como los otros dos records que, de paso, impuso el mismo petromacorisano hace 24 años, el 23 de abril de 1999: Las ocho carreras impulsadas en un inning y los dos turnos bate también en un inning.

Para superar esas marcas es necesario impulsar nueve carreras en una entrada y consumir tres turnos, igualmente en una entrada. O sea deben registrase no menos de 19 hombre al bate. Tatis logró sus marcas cuando pertenecía a los Cardenales y ambos batazos frente a Chan Ho Park, de los Dodgers.

Algo que no es un record, pero sí parece imbatible, es la espectacular estampa de Pete Rose lanzándose en slide en tercera base, con las manos por delante.

Por cierto, una tarde, antes de un juego en Riverfront Stadium, de Cincinnati, Rose, rodeado por los reporteros, oyó esta pregunta:

“¿Por qué Ud. se lanza en slide, con ese especial estilo, sólo en tercera?”.

La respuesta: “Es la única base en la cual los fotógrafos me quedan de frente y así me pueden tomar completo en la acción”.

Nunca aclaró Pete, si fue una real explicación o si se trató solamente de un chiste.
Ahora, al hablar de records inalcanzables, el primero en mencionarse es el de las 511 victorias de Cy Young. Ésta es la marca más famosa, y fue impuesta hace 112 años, en 1911, cuando Young lanzó en su última de 22 temporadas.

Eso está muy bien. Pero, ¿cuántos en este mundo saben cuál es el record de derrotas en las Mayores?

Pocos conocen esta historia. El dueño de este record es el mismo Cy Young, único que ha perdido 300 juegos, y fueron 315, efectividad de 2.17.

Desde luego, en el Hall de la Fama de Cooperstown, nadie más derrotado que él. Y otro, también con nicho allá, es el segundo perdedor, Walter Johnson, quien perdió 279 veces, pero ganó 417 y dejó efectividad de 2.17.

Hablando de lanzadores, ¿cuántos en este mundo sabrán cuál es el record de efectividad?
Pues, está vigente hace 106 años, desde 1917, y el dueño es Ed Walsh, 1.81 en 14 años, 13 con Medias Blancas, uno con Bravos.

Me imagino que la mayoría sabe quién es el Rey de los strikeouts, Nolan Ryan, cinco mil 714.

Pero ¿quién ha concedido más bases por bolas en las Mayores?…: Nolan Ryan, dos mil 795.
Desde luego, los records positivos son más populares, más apreciados, que los negativos… A veces.

Mucho más de las marcas que no serán superadas

Eso de, “Los records son impuestos para ser superados”, no tiene razón en algunos casos.
¿Quién completará tres no-hit seguidos, para superar los dos de Johnny Vander Meer en 1938?.

También parece imposible tirar dos juegos perfectos en una Serie Mundial y así batir lo de Don Larsen en 1956.

¿Habrá alguien capaz de conectar hits en 57 juegos en fila como Joe DiMaggio en 1941?.
¿O batear cuatro mil 257 hits para superar a Pete Rose por uno, o visitar el home-plate 15 mil 891 veces para destronarlo también por una?.

¿Y cómo superar los 54 robos de home de Ty Cobb, vigentes desde 1928?. ¿O los 130 robos de bases de Rickey Henderson en 1982?

Guante de Oro imbatible

Para el Guante de Oro votan mánages y coaches. La desfachatez más grande de los premios en el beisbol, ha sido el ganado por Rafael Palmeiro en 1999, cuando fue bateador designado de los Rangers. Récord imbatible.

Sus números, 128 juegos como BD, y sólo 28 en primera base.

Cambios que inciden en los récords

En los días finales del récord de Joe DiMaggio de 56 juegos en fila pegando de hit, hace 82 años, el mayor número de periodistas que lo siguió, fue de 12, todos estadounidenses. Entre esos un camarógrafo de noticiario de cine.

Si un bigleaguer llegara ahora siquiera a 40 juegos con hits, la cobertura sería por centenares de reporteros, 200 o más, no menos de 100 por la TV, con sus camarógrafos.

Es muy importante, lidiar con la prensa, oyendo preguntas como, ¿qué comiste esta mañana, tuviste sexo con tu esposa anoche, soñaste algo emocionante o sufriste pesadillas?

Los ocho mil millones de seres humanos que poblamos esta bolita llamada mundo, nos transformamos constantemente.

Cuando DiMaggio, la mayoría de los peloteros masticaban chiclets y se rasuraban todos los días, ahora se meten anabólicos, se dejan crecer las melenas y las tiñen para disfrazarse de rubios.



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