Noti-Deporte: Carlos Alcaraz gana en los octavos de final del Mutua Madrid Open

Carlos Alcaraz venció a las dudas y volvió a mostrar lucha, garra y galones para hacerse con una preciada victoria. Todo a costa de un Struff igual de molesto que en la final del año pasado y siempre al acecho. Lo que le obligó al murciano a mostrar una versión más trabajada y menos vistosa para llevarse la victoria y acceder a los cuartos de final del Mutua Madrid Open donde le espera Andrey Rublev.

Se volvían a ver las caras Carlos Alcaraz y Jan Lennard Struff en Madrid, después de la gran final de la edición pasada. En aquel partido, el español sufrió ante el gran saque y red del alemán y el escaso ritmo que juego que proponía y gracias a su tenis y al apoyo incondicional de la grada, consiguió levantar su segundo título en la Caja Mágica.

Partido calcado a la final del año pasado

Se esperaba un partido similar hoy, y en un par de juegos se comprobó que así sería. Con puntos cortos y restos agresivos por parte del alemán y con mucha paciencia del español que, si no tenía opciones para romperle, se empleaba a fondo para sacar adelante sus servicios.

Sin molestias aparentes en el antebrazo

Sin embargo, esta dinámica la cambió rápidamente Alcaraz con un tenis agresivo, en comparación con lo visto en sus primeros partidos tras su vuelta de la lesión del antebrazo. Soltaba dos derechazos que demostraban que su antebrazo le responde, se metía cada vez más en pista y así llegaba el primer break del español; tras paciencia y resistencia al murciano se le ponía de cara el primer set. 

El hecho de tener un break de ventaja no significaba nada porque Struff, al igual que el año pasado, no dejaría de intentar devolver la rotura con un plan de juego invariable: al ataque sin pensarlo dos veces y ayudándose de algunos errores de Alcaraz. Una estrategia bien conocida por parte del español que no dio su brazo a torcer y con un tenis serio y trabajado se hacía con la primera manga por 6-3 en 45 minutos.

Apretaba el puño Carlitos y miraba a su equipo consciente de que, sin todavía mostrar su versión tan dominante y fallando algunas bolas que no acostumbra a hacer, muestra galones de tenista que sabe sufrir para sacar adelante un competido set.

Con una manga ya en el bolsillo, la presión y los nervios desaparecían en Alcaraz, que rompía el servicio del alemán en el primer juego del segundo set. También ayudaban los múltiples errores de Struff, menos eficaz que en la final del año pasado pero cabezón en todos los servicios de Alcaraz. El que la sigue y la consigue y, al fin, rompía el saque del murciano.

Struff subía el listón

Subía un punto de agresividad el alemán y pillaba por sorpresa a Carlitos que veía la meta cerca y, de nuevo, le tocaba remar para intentar librarse de un pegajoso Struff. Los dos se hacían fuertes con su servicio y ninguno era capaz de conseguir otra rotura. La tensión se mascaba y fue aquí donde el español demostró su condición de favorito y de campeón porque, cuando no le acompaña el tenis, saca su garra competitiva. Pudo con la presión de servir dos veces para no perder el set y el segundo set se decidiría en el tie break.

En el desempate se volvió a ver la síntesis de lo que fue el partido: alternancias en el marcador, la resistencia de Alcaraz y la agresividad de Struff. Finalmente, la balanza se inclinó a favor del alemán que se mostró con más hambre y más confianza para llevarse el segundo set.

Todo al set definitivo

Se repetía el escenario de la final del año pasado y, de nuevo, en el tercer set se decantaría el partido. Alcaraz transformó la frustración por perder la segunda manga en furia para encarrilar la manga final. Apareció otro Carlitos con más certezas y menos dudas, pero ni con esas logró alterar al germano que seguía con sus golpes profundos y dañinos.

Le tocaba al español, una vez más, sufrir y aguantar las envestidas del alemán. Y así llegaba la preciada rotura con la que Alcaraz se desgañitaba para liberarse de toda la presión. 5-2 y la Caja Mágica rugía con él al ver que estaba a un paso de llevarse un complicado y molesto partido. Y a pesar de todo lo conseguido, no se rendía el alemán que salvaba cuatro bolas de break y le devolvía el quiebre. Se igualaba todo a cinco para sorpresa de una grada que estuvo a un paso de celebrar la victoria. Ante ello, Carlitos mostró otra vez determinación y confianza para salvar una bola de break y ganar su servicio, pero también lo hacía Struff. Una vez más: todo al tie break definitivo.

No quedaba otra que volver a intentar acabar con el gigante alemán. La grada era consciente y empujó con todo al actual campeón que se colocaba 3-0, pero nadie se fiaba de Struff que igualaba 3-3. El partido pendía de un hilo y cualquiera de los dos se podía alzar con la victoria. Y fue entonces cuando Alcaraz dijo basta y por fin remataba a un inmortal Struff tras un partido luchado, trabajado y ganado con mucho oficio.
 

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