Jiri Lehecka es uno de los grandes nombres no solo del día, sino de la semana. Su victoria sobre Rafael Nadal en Madrid dejó con la boca abierta a medio mundo… y nadie mejor que él para poner en palabras que sintió en un momento tan especial, el de la despedida de Rafa, en la que él salió victorioso.
– Sensaciones y emociones tras un partido como éste
«Está claro que fue un partido muy duro. La verdad es que no sé qué decir. Compartir un escenario como este con Rafa, en tierra batida y en España, es un sueño cumplido. Si hablo del partido, no fue para nada fácil. Rafa ha demostrado esta semana que vuelve a tener el nivel para competir en Masters 1000. Ha demostrado, con su actuación ante de Miñaur y otros grandes momentos durante sus partidos, que vuelve a ser capaz de mostrar un gran nivel de tenis. Yo traté de centrarme en mí mismo, en desplegar mi juego, en centrarme en las cosas que debía hacer bien. Todo fue genial, sí», señalaba Jiri Lehecka en rueda de prensa tras derrotar a Rafael Nadal en octavos del Mutua Madrid Open 2024.
– Sensación de que su juego se ha adaptado muy bien a Madrid
«Para mí, el momento crucial de cara a adaptarme a las condiciones de este torneo fue el año pasado. Cuando llegué aquí a Madrid el año pasado no me sentí nada bien. Era una experiencia nueva para mí. Me acostumbré a las condiciones el año pasado, aunque jugué muy mal: este año he llegado con cierta experiencia a la hora de saber qué hacer, porque Madrid es diferente del resto de torneos sobre tierra batida. Ya sabía qué esperar, sabía que sería difícil prepararse bien, pero he lidiado con ello. Trabajé muy duro en la semana de preparación para entrar en ritmo, cada partido siento que he mejorado, y hoy he mostrado que incluso en los momentos más importantes fui capaz de firmar un gran nivel de tenis».
– Tras haber entrenado con Nadal a principios de semana, ¿siente que Rafa ha progresado en los últimos días?
«Sí, sin lugar a dudas. Cuando entrené con Rafa hace varios días, fue nuestro primer encuentro. Debíamos haber entrenado el año pasado un par de veces, pero por desgracia él las canceló por problemas de salud, algo completamente entendible. Aquí por fin conseguimos entrenar juntos, y fue algo nuevo para ambos. Jamás nos habíamos cruzado en pista. Para mí ha sido muy importante compartir pista con él antes de ir directamente al partido, porque su juego es muy específico, en tierra batida es un jugador como no hay otro.
Tener la oportunidad de entrenar con él fue bueno para mí: pude encontrar el timing de sus golpes, acostumbrarme al ritmo que intenta generar. Él, creo, lo tomó de la misma forma. Sabíamos perfectamente qué nos podíamos encontrar, y el nivel de hoy fue completamente distinto que el que mostramos en el entrenamiento. Ambos hemos jugado mucho mejor. Al final, fui yo el que salió con la victoria, y eso me hace inmensamente feliz».
– Adaptarse al ambiente ensordecedor del estadio hoy, con todo el mundo contra él
«Es una buena pregunta, porque creo que no hay ninguna forma de prepararse para algo así. El momento del último juego del partido, con 13,000 personas gritando: «Rafa, Rafa», animándole… es algo que jamás había vivido en mi vida. Dudo que vuelva a vivir una experiencia como esta. Lo más importante fue centrarme en mí mismo. Intento hacer un truco en mi mente y crear una ilusión en la que el público me está animando. Esa es la única forma de manejar algo así.
Si empiezas a pensar sobre eso y caes en que hay en torno a 13,000 personas en el estadio y todas están en contra tuya, que nadie quiere que tú ganes… entonces no hace falta que estés en pista: ya has perdido. Por eso traté de centrarme en ir punto a punto, primero en la forma en la que quería lanzarme la bola, luego en todo lo demás, así consigues de alguna forma que tu mente escape esos pensamientos. Cada jugador tendrá su técnica, yo intento imaginar que me están animando a mí. Así me mantuve relajado en el último juego».
– Sobre lo que hizo Cachín de pedirle la camiseta a Rafa y sobre si él haría algo parecido
«No lo sé. Quizás, es difícil de decir para mí, porque yo salí a la pista para ganar. Si sales a ganar, para mí es difícil ir detrás de él y pedirle si me puede dar algo. No lo sé, no quiero sonar irrespetuoso, pero es lo último que yo haría. Si estás jugando un partido y estás pensando en pedirle a tu rival que te dé algo, quiero decir, ¿por qué estás ahí? Es un poco raro, en mi opinión. Todo el mundo puede tener su opinión sobre este tema, y respeto totalmente lo que hizo Pedro. Está genial para mí, no tengo ningún problema con ello, pero yo no haría algo así.
Quizás lo haría después de todo el torneo, no sé, cuando le vea en algún momento, o pedirle una foto, como hice después de nuestro entrenamiento. Es lo que hice, porque no sabía si tendría la oportunidad de jugar con él de nuevo o de si jugaríamos un partido juntos. Si hablamos de pedirle una camiseta, no sé, no saldría al partido con esa intención, simplemente tengo un enfoque diferente sobre este tema».