El Challenger de Madrid nos brinda la oportunidad de sentarnos con Juncheng Shang, uno de esos jóvenes que parecen elegidos para ser protagonistas dentro del circuito ATP. Con solo 19 años, el chino tiene sus metas más que definidas.
Paseando por el Club de Campo Villa de Madrid, quizá no sea el que más llame la atención, pero en el camino de Juncheng Shang (Pekín, 2005) van los pasos de una de las grandes promesas del tenis masculino. Con 19 años todavía es pronto para hacer pronósticos, pero su carrera junior (Nº1, finalista del US Open) y su irrupción en el profesionalismo (actual #113 de la clasificación) no ayudan a frenar la ilusión por el que puede llegar a convertirse en el mejor jugador de la historia de su país.
Él afirma que creció jugando sobre tierra batida, aunque el inicio de esta gira no le ha traído grandes noticias. El asiático cerró su primera vez en el Challenger Open Comunidad de Madrid con balance de una victoria (Alejandro Moro) y una derrota (Marc-Andrea Huesler), privando al público español de verle un poquito más en acción. Menos mal que en Punto de Break supimos atarle en corto para que esta gran comunidad le conozca más en profundidad. Todo vuestro.
¿Qué tal tu paso por Madrid?
Bueno, creo que ha sido un arranque positivo, era mi primer torneo en la gira de tierra batida. Me quedo con el partido de primera ronda, donde jugué ante un rival que conocía bien tras haber entrenado juntos alguna vez en la Academia Sánchez Casal. Esta semana ha sido un gran desafío.
Era tu primer torneo en tierra desde Roland Garros 2023.
Así es, aunque la tierra de París es totalmente diferente, aquí va todo un poco más rápido por el tema de la altura. Digamos que las condiciones no son las más fáciles porque la bola vuela mucho. Obviamente, prefiero jugar en pistas duras, pero la arcilla es una de mis superficies favoritas, especialmente cuando va todo un poco más rápido.
¿Qué cosas estás trabajando en la transición a la arcilla?
Todo se basa en la movilidad, como demuestran jugadores del estilo de Rafa o Carlos, ambos muy sólidos en tierra batida, aunque luego saben competir en cualquier lugar. Los dos han crecido en esta superficie, así que diría que la movilidad es el factor más importante para jugar bien aquí, además de tener la capacidad de desarrollar mucho la fuerza a la hora de contragolpear los tiros del rival. La paciencia también es clave, mucho más que en otras superficies, ya que aquí no es tan sencillo encontrar el winner.
Tienes solo 19 años, estás en un período de formación, ¿ya sabes el tipo de jugador que quieres ser?
Ahora mismo tengo bastante definida la dirección: quiero ser un jugador muy agresivo, pero de momento no soy tan fuerte como me gustaría. En este caso, Alcaraz sería el modelo a seguir para todo el mundo, igual que Jannik Sinner, son dos de los jóvenes que mejor tenis están haciendo. No quiero copiarles, pero sí aprender de ellos, como ya me pasó con Carlos en Australia.
¿Qué aprendiste ese día?
Al tenerle delante me di cuenta de cómo era capaz de dejarte sin respuesta muchas veces, pero luego había otros puntos donde sí te permitía jugar. Todas estas cosas son las que tengo que ir aprendiendo como tenista. Mi jugador favorito es Novak Djokovic, puedo encontrar ciertas similitudes con él, ya que tampoco es el más fuerte del tour, ni el más alto, así que espero acercarme a su juego en el futuro.
Ya que hablamos de aquel partido en Australia, malditas lesiones…
Fue duro, hice todo lo posible para terminar el partido, pero tenía muy cerquita la Copa Davis, además de otros torneos próximos, así que no podía arriesgar. Fue una pena no terminar ese partido, pasé un par de días muy triste, especialmente por ser ante Carlos, una persona excepcional.
Tu padre fue futbolista y tu madre jugadora de tenis de mesa. ¿Por qué elegiste el tenis?
La gracia está en que el fútbol se juega en un campo muy grande y el ping-pong en una mesa muy pequeña, así que el tenis está en un término medio (risas). De pequeño me encantaba jugar a fútbol, soy muy aficionado del Real Madrid, pero mi padre sufrió muchas lesiones, así que pensé que en el tenis me iría mucho mejor al no ser un deporte de contacto. Aquí tienes la red de por medio y compites contra ti mismo.
Cuéntame algo de tus orígenes.
Recuerdo que al principio iba a jugar sin muchas pretensiones, simplemente me lo pasaba bien jugando con amigos, era divertido, además mis padres nunca me presionaron para que hiciera una cosa u otra, no me forzaron a ser bueno en deportes. Intentaba dar lo mejor de mí, sin preocuparme por el resto de cosas, solo era un niño que disfrutaba jugando a tenis. No importaba si ganaba o perdía, el tenis me daba felicidad de por sí, algo que todavía mantengo ahora. El principal objetivo siempre ha sido dar mi mejor versión y ser feliz en la pista.
Eres uno de los mejores de tu generación, ¿esto significa presión?
No siento presión. Obviamente, siempre quiero dar lo mejor de mí, quiero ser el mejor de mi generación y, en el futuro, el mejor del mundo. El sentimiento que tengo ahora mismo es más de motivación, de deseo por seguir evolucionando para llegar al circuito profesional y competir con los mejores. Siento mucha confianza y creo que puedo lograrlo.
En los últimos años has tenido varios entrenadores. ¿Por qué tantos cambios?
Bueno, esto sucede todo el tiempo, muchos jugadores rompen con sus entrenadores y empiezan nuevas etapas. Es cierto que he tenido varios entrenadores hasta el momento, pero de cada uno pude aprender muchas cosas. Me enseñaron a trabajar duro, me ayudaron mucho con mi juego, pero simplemente no encajaron en el momento adecuado. Ahora trabajo con Martín Alund, que conoce perfectamente todo esto. Pienso que estamos haciendo un gran equipo en este período de transición.
¿Qué tal la experiencia con Marcelo Ríos? Aquello no duró mucho…
Definitivamente, hablamos de una persona muy especial (risas). Todo el mundo conoce a Marcelo, sabe que fue Nº1 del mundo y todas sus estadísticas, pero hay mucho más. Empezamos a trabajar juntos realmente bien, pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta que no era el entrenador que necesitaba en estos momentos. Me ayudó muchísimo, lo pasamos muy bien trabajando, le aprecio mucho como persona, pero finalmente decidimos no continuar. Le deseo lo mejor para el futuro.
El tenis chino está de moda, ¿os lleváis bien entre vosotros o es imposible tener amigos en el circuito?
Creo que sí es posible tener estas relaciones, pero nunca podremos ser mejores amigos, ya que cabe la posibilidad de que la semana siguiente te toque enfrentarte a uno de ellos y tengamos que matarnos dentro de la pista (risas). Empatizo con todos los jugadores y ellos conmigo también, existe un ambiente de mucha fraternidad en el vestuario, pero al final del día es necesario tener ese espacio personal reservado para ti y tu equipo. Ellos son los que mejor me entienden, los que viajan cada semana conmigo y los que de verdad quieren lo mejor para mí.
Alcaraz, Sinner, Rune… ¿qué relación tienes con ellos?
Tampoco tengo una relación muy cercana con ellos, aunque espero ir conociéndolos un poco más en el futuro, entrenar con ellos más veces. Con Jannik, por ejemplo, nunca tuve esa oportunidad, pero con Holger sí hemos entrenado alguna vez y es un chico encantador dentro y fuera de la pista. Veo alguno de sus partidos y es súper entretenido, es alguien muy cercano y le admiro mucho. Con Carlos me pasa lo mismo, posiblemente sea una de las personas más amables del mundo, haber jugado con él es increíble.
Ahora mismo estás #114 del ranking, ¿ves muy lejos el tp10?
Definitivamente, sí. Si miras el ranking es el pensamiento racional, todavía estoy muy lejos, pero hay muchos jugadores que actualmente tienen ese potencial para llegar al top10, aunque todavía no te puedo decir dónde está el diferencial para llegar ahí. Si algún día consigo entrar al top10 sabré cuál es la diferencia con el resto del grupo, de momento me centro en ser cada día mejor jugador y mejor persona fuera de la pista.
¿Te imaginas siendo el mejor tenista chino de la historia?
Sí, en este mundo todo es posible, hay muchos jugadores jóvenes actualmente que luchan por ello, así que soy de los que sueñan a lo grande. Para mí no supone un objetivo primordial, algo que tenga en mi cabeza, pero en cada desafío me propongo alcanzar mi mejor versión, sin entrar en comparaciones con los demás.
Vamos con la ronda rápida. ¿Torneo favorito?
Beijing.
¿Golpe favorito?
Revés, aunque hay días que me encuentro muy cómodo con el drive, pero soy más sólido con el revés.
¿Superficie favorita?
Pista dura.
Tu mejor recuerdo como tenista.
Jugar en casa por primera vez, en Pekín, delante de mi familia y toda mi gente. Una experiencia increíble.
¿Por qué te llaman ‘Jerry’?
No lo elegí yo, fue cosa de mis padres. Cuando era pequeñito me comparaban con el ratón de Tom&Jerry, los dibujos animados. Era menudo, pero tenía talento para jugar con los grandes, como si estuviera jugando al gato y el ratón. Mi tenis podría entenderse bajo esa perspectiva: como no soy el más grande ni el más fuerte, tengo que utilizar más la inteligencia.
¿Ganar un Grand Slam o ser Nº1?
Ganar un Grand Slam.
¿Ganar un Grand Slam o ser campeón olímpico?
Ganar un Grand Slam, me mantengo, aunque ojalá lograr las dos.
Puesto a pedir, ¿qué Grand Slam?
[…] Ahora mismo, te diría el Open de Australia.
El partido más difícil que hayas tenido.
Este año he disputado varios partidos que fueron durísimos, pero me quedo con el de Mackenzie McDonald, en primera ronda del Open de Australia. Fue mi primera victoria en cinco mangas, acabé jugando a un gran nivel, probablemente la victoria más importante de mi carrera hasta el momento.
¿Qué música te gusta?
Escucho mucha música china que me ayuda a relajarme, pero también escucho música en inglés. Me gusta el pop, me gusta el dance, lo que no me gusta es el rap.
¿Música española?
Solamente si tengo la letra delante y puedo entender el significado (risas).
Un hobby aparte del tenis.
Golf, me encanta. Me transmite mucha calma después de los torneos.
Técnicamente, ¿es más difícil que el tenis?
Diría que no, al menos a mí no me lo parece.
¿Mejor amigo en el circuito?
Acabo de empezar, no podría decirte uno, pero tengo una muy buena relación con todos los jugadores chinos. En el futuro podré decirte alguien en concreto.
¿Quién es el GOAT?
Novak Djokovic.
Nos vamos a 2028, ¿qué jugadores ves en el top5?
Esta es realmente complicada […] Espero ser uno de los que estén en ese grupo, pero es muy pronto todavía.
Un objetivo para esta temporada.
Dar lo mejor de mí y ser feliz dentro de la pista.
¿Cuál es tu sueño?
Alcanzar mi mejor versión… y ganar un Grand Slam.